19 de mayo de 2008

Mi aliado, el mar.


Hoy, regresé junto al mar,
mi aliado,
a contarle mis penas del alma.

Sentada a su orilla
y de espaldas a la vida
necesitaba hablarle de ti,

-yo no sabía
que era tan fácil quererle
y se ha instalado en mi vida
y ya no sé vivir sin él-

¿quieres consuelo o consejo?
me respondió el bravo mar.

Sólo consuelo,
pues el consejo
no te lo voy a aceptar.

Salpicó una ola mi cara
queriéndomela besar,
a la vez que me decía:
no pongas trabas a amar.

-Ese no es el consejo
que creí me ibas a dar_

Miré de nuevo a la vida,
me iba a permitir....amar.

MAAT



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