Después de varios días de inactividad en mi blog por culpa de un virus que ha tenido a bien instalarse en mi cuerpo serrano-lo típico del invierno-, entré ayer y "descubrí" con cierta sorpresa el tema de la convocatoria para este jueves de nuestro amigo Gus. Tuve la oportunidad de confiarle ayer, por medio del chat de Facebook, que al leerlo, me había caído de culo. Tal cual.
25 de noviembre de 2010
Este jueves, un relato: Partes traseras, traseras partes.
Después de varios días de inactividad en mi blog por culpa de un virus que ha tenido a bien instalarse en mi cuerpo serrano-lo típico del invierno-, entré ayer y "descubrí" con cierta sorpresa el tema de la convocatoria para este jueves de nuestro amigo Gus. Tuve la oportunidad de confiarle ayer, por medio del chat de Facebook, que al leerlo, me había caído de culo. Tal cual.
24 de noviembre de 2010
El mundo infantil
22 de noviembre de 2010
Pastillas contra el dolor ajeno.
El resto de la campaña lo puedes conocer en:
http://www.msf.es/pastillascontraeldolorajeno/compralas.php
Médicos sin fronteras es una Fundación humanitaria privada, sin ánimo de lucro, creada en el año 1971 por un grupo de médicos y periodistas. La mayor parte de sus fondos, provienen de los cerca de 4 millones de socios y colaboradores que tienen repartidos por todo el mundo. Esa independencia financiera les permite decidir dónde y cuándo es necesario intervenir, sin aceptar presiones políticas, económicas o religiosas que condicionen sus ayudas.
Queda mucho por hacer y nosotros podemos ayudarles. ¿Vamos...?
Maat
13 de noviembre de 2010
Carlos Edmundo de Ory
Llevo tan sólo un par de años dedicada en mis ratos libres a perderme entre libros de poemas. Leer poesía se ha convertido en un refugio personal que traza paréntesis muy placenteros dentro del mundo un poco loco en el que nos movemos a diario. En esos dos años, he leído a bastantes poetas. Pero, logicamente, me falta por conocer a muchisimos más. Quizá no tenga ni tiempo de leer a todos los que me gustaría. Hoy, he descubierto a Carlos Edmundo y ha sido a través de la triste noticia de su muerte. He buceado en Internet buscando información sobre su biografía y, sin duda, era una persona especial. Os dejo uno de sus poemas. Espero que sea de vuestro agrado.
UN VERSO MÁS
Un verso más Dios mío y otro día
y un paso más y un llanto más si cabe.
Pues que al verme vivir tan poco grave
digáis que es porque vivo todavía.
Pensar qué es esa cosa la alegría
que se me va del alma como un ave
que me deja una pluma y no lo sabe
y alimenta de alpiste mi agonía.
Solo en mi cuarto me voy viendo viejo
en la mentida risa ante el espejo
o en el beber o en el dejar el vaso.
Pero cada mañana como todos
vuelvo del sueño donde estoy de codos
y un verso más y un día más y un paso.
CARLOS EDMUNDO DE ORY
(D.e.p.)
10 de noviembre de 2010
Este jueves, un relato: Redes Sociales.
Cuando Clara procedió a abrocharse el cinturón de su butaca en el avión, se estremeció. Apenas el aparato comenzará a despegar, volvería a sentir esa libertad de la que gozaba cuando se encontraba respirando al lado de las nubes. Y a esa alteración se sumaba otra, la que le ocasionaba el imaginar su próximo encuentro con Celso.
Se conocieron virtualmente hacia algo más de tres años en un chat de una red social. Al cruce de sus primeras frases, siguieron poco a poco conversaciones cada vez más extensas amparados en la quietud de la noche. Palabra a palabra fueron tejiendo una tela de amistad más fuerte que las que nacen a través de la vida real. Celso le había enseñado muchas cosas. Sobre todo, a ver el lado positivo de la vida. Aplicaba una filosofía a los hechos que minimizaba los problemas que de vez en cuando se le planteaban a Clara y que le compartía con total confianza. Él, le hablaba de su trabajo, de sus inquietudes y de los sueños por los que luchaba y esperaba se hicieran realidad en un tiempo no muy lejano. Estaban compenetrados de tal forma que Celso, se había convertido en un bastión irrenunciable para Clara y él, se sentía satisfecho y compensado de poder serlo. Ambos tenían una vida real organizada. Pero la camaradería nacida entre ellos por medio de esa red social, estaba por encima de cualquier inconveniente que pudiera dañarlos. Y eso lo respetaban al máximo.
El avión tomó tierra y Clara se sintió presa de una tremenda agitación. Repasaba mentalmente la forma en que él le detalló como iba a ir vestido a esperarla. Vaqueros azul marino, camisa celeste y cazadora roja. Le causaba una impresión especial el hecho de ponerle cara, voz y cuerpo a una persona con la que estaba manteniendo trato a través de la pantalla de su ordenador durante tanto tiempo. Ese instante se estaba convirtiendo en mágico...
Lo vio en cuanto se abrieron las puertas de acceso al hall del aeropuerto. Estaba colocado estrategicamente justo enfrente de la salida. Ambos recorrieron el camino que los separaba y Clara le tendió su mano derecha con una amplia sonrisa en el rostro. Celso se la tomó, pero en lugar de estrechársela la prendió en su cintura y luego la rodeo con sus brazos sumiéndose ambos en un cálido abrazo. Por fin se conocían en persona y ambos disfrutaban del momento.
Pasearon por la playa charlando sin descanso. Se quitaban la palabra el uno al otro para ponerse al día de sus vidas. Escribieron sus nombres en la arena mientras el mar los cubría con las puntillas que dibujaban sus olas en la orilla. Rieron, bromearon y hasta hubo momentos que llegaron a emocionarse por la oportunidad con que la vida les estaba obsequiando.
El lugar elegido para almorzar no pudo ser mejor, un restaurante de cara al mar que ese día vestía una llamativa gama de azules y, en cuya superficie, el sol trazaba alegres destellos dorados. Algunas gaviotas-las más osadas- remontaban la lechosa balaustrada de la terraza del establecimiento en busca de pequeños restos de comida desperdigados por el suelo.
Las horas de estar juntos transcurrieron con una rapidez imparable. Celso acompañó a Clara hasta la puerta de embarque indicada y, como despedida, se abandonaron en un abrazo mucho más vehemente que el de llegada. Al separarse, los ojos de ella aparecían empañados de indiscretas lágrimas.
-Han sido unas horas inolvidables, balbuceó Clara.
-Me alegra mucho que por fin nos hayamos conocido en carne y hueso, intentó bromear Celso.
- Y ya sabes. Cuando lo necesites, sólo tienes que silbarme...
Una vez pasado el mostrador del control, Clara se volvió para darse un último adiós. La figura de Celso se perdió tras las puertas automáticas.
Recostada en el asiento del avión que le devolvía a su vida real, intentó grabar en su memoria cada uno de los rasgos verdaderos de su apreciado amigo. Tan sólo en uno de ellos reconocía haberse equivocado al imaginarlos, el intenso y atrayente color verde de sus ojos.
Ya sobrevolaban las nubes cuando dirigió la mirada hacia el tornasolado cielo del atardecer.
-Gracias, musitó.
Se sentía feliz por las horas compartidas con Celso, por tenerlo como amigo, y por saber que iban a estar ahí siempre que lo necesitaran. Tan sólo tenían que silbarse...
Maat
Encontraréis más relatos en: http://callejamoran.blogspot.com/
8 de noviembre de 2010
Al ver por donde huyes
4 de noviembre de 2010
Os presento a Diana.
Os aseguro que no es pasión de tía-abuela. Diana es preciosa. Esta semana nos ha tenido un poco preocupados porque debido al severo régimen al que sometieron a su madre durante el embarazo por una diabetes gestacional, los valores de glucosa del la cría han estado demasiado bajos. Afortunadamente se ha superado el problema y -de momento- es una niña muy buena.
Como os decía al principio, ha sido una bonita e inolvidable experiencia la que he vivido con el nacimiento de Diana. Me siento una privilegiada por la oportunidad que he tenido de constatar tan de cerca de un verdadero milagro. El milagro de la VIDA.
Maat