Tormenta aquí. Pero ¿y allí, donde tú estás?
¿Verás estos relámpagos que veo?
¿Oirás los truenos
con que amenaza inútilmente el cielo
a las estrellas que están detrás imperturbables?
¿Te llorará la noche,
como me llora a mí, mi soledad,
con lágrimas prestadas
y vendederas, lluvia por la frente?
Tus oídos, mis oídos,
tus ojos y mis ojos
¿estarán enlazados
por estos hilos vívidos que tienden
rayo y trueno a través de la distancia?
No. Deseo que estés suelta.
Deseo que tu noche sea pura,
que tu mirada pueda
vacilar, escogiendo lentamente
la estrella favorita
que esta noche te va a servir de almohada.
Ojalá lo que oigas
sea el revés del trueno,
el sonoro silencio
donde se escucha lo que no se dice
y se quiere decir o que nos digan.
No, no nos quiero unidos
a costa de que sientas
temblar el mundo como yo lo siento.
Ojalá te rodee
la paz que se merece tu mirada,
y en ti la guardes para mí.
Y que cuando mañana nos veamos
y se encuentren tus ojos con mis ojos
tu recuerdo derrote a mi recuerdo
como derrota el ángel a la sombra.
Y que en el día nuevo
sea tu cielo el que nos acompañe.
No, no nos quiero unidos
a costa de que sientas
temblar el mundo como yo lo siento.
Ojalá te rodee
la paz que se merece tu mirada,
y en ti la guardes para mí.
Y que cuando mañana nos veamos
y se encuentren tus ojos con mis ojos
tu recuerdo derrote a mi recuerdo
como derrota el ángel a la sombra.
Y que en el día nuevo
sea tu cielo el que nos acompañe.
PEDRO SALINAS
9 comentarios:
Rstupendo poesía, llena de sensibilidad y ternura.
El siempre inigualable Salinas.
Un abrazo.
Me encanta este poema , porque ademas me gustan las tormentas , oir los truenos y ver los relampagos .
Es la fuerza de la naturaleza que me revivifica.
Besos desde Málaga.
Eso es amor y no lo que nos quiere vender el corte inglés.
Unos versos exquisitos, Maat. No conocía el poema; gracias por compartirlo.
Un abrazo
Maat, que bonito me lo imagino los dos reencontrándose y sus ojos mirándose, que hermoso.
Un Besote.
Besos, hasta pronto.
La manera más noble del amor implica aceptar la libertad del ser amado, nunca pretender anclarse al otro limitándole el crecimiento...
Un abrazo.
Después de la tormenta siempre llega la calma, asi que el sol saldrá delante de los ojos antes de lo pensado.
Besitos.
Maravilloso poema que escogiste Maat y agradecer tus ánimos en mi laberinto.
Me los llevo para la dura batalla.
Besos.
Quiero dejarte también aquí un comentario. Me has hecho refrescar la memoria de estos inigualables poemas.
Otro abrazo
Hola, ¿Cómo no estabas en los blogs que sigo? Si hay algún despiste en este cosmos tan grande como el mío... soy la reina. Disculpa, porfi. Participas los jueves y yo AHORA ME ENTERO!!!
Puf! me he ganado el descrédito.
Bueno, te mando un abrazo y quedas invitada a café y el trozo más grande de la tarta!!!
Besitos ¿Estoy disculpada?
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