7 de octubre de 2009

Irene


Es menuda, pelo ensortijado, ojos vivaces, locuaz y acaba de cumplir tres años. Se llama Irene y, este curso, voy a compartir muchas horas de su vida.
Mi misión es acudir cada tarde a recogerla al colegio y entretenerla hasta que su mamá termine la jornada laboral. Viven en mi comunidad de vecinos.

Ayer fue la primera vez que acudí a por ella. A las cinco en punto, el conserje del colegio abrió la puerta de acceso. Un río de personas invadió el patio del centro. Curiosamente, en cabeza marchaban las abuelas con paso ligero y anhelante para culminar en achuchones a sus respectivos nietos. Es una estampa para contemplar. Los levantan del suelo para abrazarlos, los besan, les miran como pasándoles revista a ver si les falta algo y, una vez superado ese primer choque de emociones, emprenden el camino de regreso con semblante feliz.

Acudí a por Irene un poco expectante. No sabía cómo iba a reaccionar después de todos los cambios que en pocos días estaba viviendo. Este curso todo es nuevo para ella: colegio, horario, profesores, amiguitos, comer fuera de casa...Y encima, no le recoge nadie de los habituales en su vida. Mucho para tres años ¿no? ¿ O quizá pienso ya como abuela, sin serlo?

Salí pronto de dudas. Al verme, se alegró. No le faltaron ni achuchones ni besos. Se quedó quieta, mirándome, mientras los rizos invadían su cara y la chaqueta rosa le colgaba del brazo sólo por una manga, y me hizo la pregunta del millón:

-Lupe, ¿en tu casa tienes sofá?

-Si, cariño, tengo un sofá muy bonito. ¿Por qué me lo preguntas?

-Es que quiero dormir un ratito, ¿vale?

Me desmontó. Hice un esfuerzo por no cogerla en brazos y así evitar que se cansara un poco más. Me acordé de una de las recomendaciones de su mamá: "Que no se duerma, tiene que aguantar hasta la hora de la cena y dormir a su hora". Traté de que cambiara de idea explicándole que en mi casa le esperaban juguetes y cuentos -también nuevos- y que seguro, le iban a encantar. Se animó. Nos alcanzó un compañero de su clase, que colocándose delante de ella comenzó a acariciarle la cara, mientras la madre del pequeño observaba embobada la escena. Se fue con la misma rapidez que había llegado, arrancando con una carrera a la que desafió a su joven mamá.

-Es mi amigo Iván-me anunció la cría- Pero en el patio me empuja...

A pesar de que la madre de Irene me había avisado de que no consentía ir de la mano por la calle, la mía no la soltó en el corto recorrido a casa. Me fue relatando la historia de una oveja que se había roto una pata con un cohete a la que había que cuidar...

-La cuidaremos Irene, ya verás cómo se pone buena-contesté-

Satisfecha con mi respuesta-imagino-dio un vuelco a su charla y pendiente de los coches aparcados en la calle me dijo:

-Oye Lupe, a estos coches hay que comprarles pilas. No andan.

Creo que he tenido suerte. De la mano de Irene he vuelto al mundo infantil. Seguramente, vamos a pasarlo muy bien juntas...

Maat


21 comentarios:

Trini dijo...

Estoy segura de ello.

Antes de enfermar por segunda vez, yo cuidaba a mis dos sobrinas. La más pequeña, de casi dos años, me daba vida cada mañana. Qué placer sentir su abrazo genuino y puro. Que bien huelen los niños, cuánta ternura rezuman.
Estoy segura de que la alegría natural del día, vendrá de la mano de Irene.

La señora de la que hablo no padece azheimer, sino que sufrió un grave accidente -otro "regalito" de la vida- y quedó mal.

Besos

tag dijo...

Uyyyyy, Maat, estas hecha toda una abuelaza, jajaja.

En un dia ya estas totalmente conquistada por esa preciosa criatura.
Y no es para menos.
Son ocurrentes, cariñosos, sinceros, tiernos, divertidos,.... Cuando te dejan entrar en su mundo y te cuentan sus cosas ya te tienen completamente encandilada.

Irene te va a rejuvenecer, te vas a hacer Ireneadicta, ya lo veras.

Un besito

María José Moreno dijo...

Buena tarea la que te queda. LO pasaras en grande. Volverás a tu infancia de la mano de una excelente amiga.
Un beso

Teresa Cameselle dijo...

La niña adorable, como casi todos a esa edad, y la abuela "postiza", un encanto. Sí, seguro que os lo vais a pasar muy bien.
Un beso.

María José dijo...

¡Hola Maat!: No hay como un niño para mostrarnos el mundo otra vez de una manera distinta y siempre nueva ¿verdad? Me ha encantado tu relato. Un abrazo y... ¡Feliz día!

Neogeminis Mónica Frau dijo...

jejejjee...pero qué delicia!!!...no sólo has sacado pasaje para retornar al mundo dela infancia, sino que has tenido la suerte de hacerlo con una profesional!!!!!jjjejeje...un encanto esa Irene!!!pura ternura!

un besazo!

HADALUNA dijo...

Me ha encantado cómo has relatado la ternura de Irene y cómo has hecho que te vea de la mano de una pequeñaja de tres años, mirándola con ojos espectantes para no perderte nada.

Besitos dulces para las dos.

Lujo dijo...

Holaaaaaaa Maat,
Adoro a Irene. Es un encanto de chiquitina. Cuando te leí esta mañana mi sonrisa era descomunal.
Seguro que os pasarán muchas aventuras y anécdotas.
No podría estar en mejores manos. Seguro que le explixarás montones de cuentos.
Mi niña, estoy segurísima que serás una abuela genial y maravillosa. ¡Eres lindísima en todos los sentidos!
Mil abrazotes y besotes!!!
Cuida't!

mar... dijo...

Esto tiene pinta de ser sólo la primera de muchísimas anecdotas que espero que compartas con nosotros,los niños pequeños son maravillosos y con su inocencia nos descubren cosas nuevas cada día.
Estoy segura de que os lo pasareis de maravilla las dos juntas
Un beso de Mar

aapayés dijo...

Maravilloso escrito nos entregas tierno pero sobre todo lleno de amor, los primeros pasos de Irene en el cole..

Un gusto leerte


Un abrazo
Saludos fraternos.

Annick dijo...

Os esperan felices tardes , sin duda.Compartirlas con esta delicia de niña es lo mejor que te puede pasar.
Que sean dischosas las dos !

Besos desde Málaga.

MARU dijo...

Enhorabuena a las dos.!!!!!
La vida no le podía haber deparado con alguien mejor que tú.
Y a ti, te quitará las penas, las cavilaciones, y cada dia te sorprenderá.
Ya verás como cambia tu vida!!!!

Es increíble lo que una personita así puede cambiar nuestra vida, a nuestros años...
Lupe, de verdad, me alegro mucho por las dos!!!! Pero no serás la única que vas a cambiar. Espera y verás tu marido......
Bueno, no me enrollo más.
Que un besazo a las dos, muy muy gordo.

MAJECARMU dijo...

Maat, me alegro mucho por esa entrañable misión que te aportará la magia e imaginación del sentimiento..

..La vida nos muestra la lección.. el milagro al volver la esquina..y veo que Irene te los mostrará..

Mi abrazo y felicitación por ello.
M.Jesús

Anónimo dijo...

Bien por las clases de abuela que estás tomando, ¿ todavía no eres abuela? perdona por preguntar.
Pero esa niñita es un dulce de leche, y en tu relato la describes tan bien que casi la puedo ver. Como me he reido cuando dices :les miran como pasándoles revista a ver si les falta algo. jaja
Que buena niña que a pesar de tantas cosas nuevas se adapta tan bien.
¿ Y lograste que no se te durmiera en tan cómodo sofá??,
Bueno les mano un beso grande a Irene y a tí.

Arwen dijo...

Que entrada mas tierna y me alegro que recuerdes tu infancia de mano de tan encantadora niña...y bueno queria darte las gracias por tu ayuda en mi blog, mas que dinero es el apoyo que me ayuda mucho en estos momentos, te mando un gran abrazo

Ardilla Roja dijo...

Hola Maat:

Desde luego que si. Doy fe de ello. Es una suerte inmensa tener "pitufillos" cerca. También dan ratos malos, pero los buenos pesan más.

A veces no es sueño, si no falta de energía. Maureen sólo va por las mañanas, (a medio día la recojo para comer) entra en casa rendida. Lo primero que hace es echarse en una camita que compré para estas emergencias. Se echa unos minutos mientras le caliento la comida y a regañadientes empieza a comer; pero como un milagro revive cuando se ha comido la mitad del plato.

Haz algo parecido. No sé si Irene merienda en el cole, pero una galleta o una pizca de chocolate no le quitará las ganas de cenar. A los peques les baja el azúcar con facilidad. Es lógico que salgan del cole reventados porque consumen mucha más energía que en la relajada vida de casa.

Un abrazo

Ricardo Miñana dijo...

Hola Maat no sabia que ya fueras abuela, te felicito, por cierto
es muy bella la vivencia que has publicado, es bonito tener que acudir cada tarde por tu nieta
y mantener con ella un dialogo, siempre quedará en el recuerdo.

Ha sido un placer leer tu bonito texto.

Feliz fin de semana
un beso
RMC

Manolo Jiménez dijo...

Me has hecho retroceder 15 años cuando escuchaba esas ideas de mis hijos.

Creo lo pasaréis genial. Estoy seguro.

Abrazos.

Lupe dijo...

Trini: esa es la frase. Dan vida esos pequeños.

Tag, ¿rejuvenecer? ¿más? Jajaja, eres tremenda.

Maria José Moreno, cierto. Buena tarea me espera...

Teresa, creo que estoy ejerciendo de abuela total, aunque postiza. Pero abuela. (La edad...)

Maria José Ouréns, tienes razón, esta chiquilla va a ser un soplo de aire fresco en mi mundo de adultos, tan denso, en general, últimamente.

Neo, es un verdadero encanto la cría, un regalo.

Hadaluna, es que no hay que perderse nada de su mundo. Y ¡ojala! se lo hubiésemos preparado mejor.

Lujo, sólo te diré que desde que la recojo, hasta que se marcha a casa con su mamá, la charla es continúa. Sin descansos. Es una pequeña esponja.

Mar, es lo más bonito de su mundo. La inocencia con la que lo ven todo. Una verdadera delicia.

Adolfo, desde el primer momento, sé que es lo primero que debo darle, amor. Es la mejor forma para crecer en todos los sentidos. Que se sientan queridos.

Annick, gracias por tus deseos. Pondré todo lo que esté en mi mano para que así sea.

Luna, ¿qué te voy a contar a ti? Muchas gracia por tus entrañables palabras.

Majecarmu, eso creo, que vamos a descubrir muchas cosas juntas.

Norma, no soy abuela todavía pero por edad, ya podría serlo. Y es cierto, las abuelas las "repasan" así cada tarde. Ten en cuenta, que aquí en España, los abuelos están "volviendo" a criar. Ahora lo hacen a sus nietos, y cuando llegan al colegio, vienen de estar con ellos muchos meses. De ahí ese interés especial de esos benditos abuelos. Comprensible.

Arwen, la vida es una rueda, hoy te toca a ti, mañana me puede pasar a mi. En lo que pueda, ya sabes que puedes contar conmigo. Ya verás como todo va a ir bien. Aunque a veces parezca imposible.

Ardilla, gracias por tus palabras.
La jornada de Irene es más densa de horario que la de Maureen. A las cinco de la tarde, ya lleva 8 horas en marcha, y son tres años...
Pero ahora lo tenemos montado asi. Intentaré que esté lo mejor posible
dentro de las "exigencias del guión"

RMC, no soy abuela todavía, jejeje.
No veas la de diálogos que mantenmos la cria y yo. Ya podríamos haber grabado un LP.

Os doy a todos las gracias por visitar mi blog y por vuestros cariñosos comentarios.

Un montón de abrazos.

Maat

Lupe dijo...

Hola Manolo.

O sea, que entras en mi blog, lees una de mis entradas, ¿y rejuveneces 15 años...? Me temo que voy a enviarte una abultada factura. Eso es carísimo...Jejeje

Y ahora en serio. Sí que es verdad que rejuvenecen, que te infunden nuevas energias, nuevos retos. Y eso es muy positivo.

Gracias por venir.

Un abrazo, poeta.

Maat

Anónimo dijo...

Que ricura de niña Maat!
Leyendo tu historia, imagino a mi madre cuando le demos nietos caminando de la mano con ellos.
Que disfrutes mucho de la peque!
Un besote
Esme