Ya estoy un poco hasta la pamela de oír y leer estupideces en los últimos días. Ayer, en un momento de ofuscación mental, fruto de una "jartá" de boberías que ya había sufrido viendo un programa matinal de televisión, decidí romper mis relaciones con cualquier medio de comunicación de los que diariamente permito la entrada en mi casa. Afortunadamente, la lucidez volvió de inmediato a su sitio y pensé que lo que debía hacer, era seleccionar mejor las fuentes a las que acudo cada día buscando información. Pero ese, en realidad, tampoco era el problema. La frase que ayer me sacó de mis casillas la podía haber escuchado en cualquier cadena de televisión, de radio o leer en el noticiero de turno que hubiese llevado ante mis ojos, fuese del color que fuese. Y mira que en esto de la prensa (vista, oída y leída) se les ve claramente el color. Cada día, más.
Pues bien, la frase en cuestión nos recomienda que hacer para salvar uno de los escalones que nos puede llevar hasta la AH1N1, (en cristiano, gripe A) que nació como "gripe porcina" y que la OMS ha re-bautizado con esa mezcla de letras y números algo complicadillo de vocalizar.
La frase, es todo un desperdicio:
"No beses, no des la mano, di hola."
Y se quedan tan a gusto. Y nos llega desde las alturas. Nada menos que desde el Ministerio de Sanidad. Para mi, se ha convertido en el misterio de la no Santísima "Trinidad" del siglo XXI. Porque vamos a ver. A partir de hoy, cuando llegue mi esposo a casa, no le dejo que se me arrime para saludarme, a lo sumo, y si viene muy eufórico, le dejo que me mande un beso con la mano, pero a distancia... Cuando lleguen mi hijo y mi nuera que comen varios días a la semana con nosotros, ya he pensado que eso de decir ¡hola! sólo con la mano queda un poco triste. Voy a confeccionar unas banderas de varios colores. Si el día ha ido bien, a la vez que les dedico el aconsejado solitario ¡hola!, zarandeo una bandera azul. Si la cosa está que trina, les recibo con una bandera roja y si el tema se encuentra entre Pinto y Valdemoro, enarbolo la de color amarillo. O sea, que se anden con precaución. Por si acaso. Y de tirón, les invito a pasar al cuarto de baño a lavarse las manos que, parece, se han convertido en la más directa vía de contagio. ¡Válgame el cielo!
Lo de casa, más o menos, lo tengo controlado. Pero... ¿Y en la vida diaria? Sólo hay que hacer un recuento de lo que nuestras manos trajinan a lo largo del día y la infinidad de objetos comunes que tocamos en el transcurso de la jornada. De acuerdo. No le estrecho la mano a mi director de banco cuando entro en su despacho a decirle que se están pasando veintidós pueblos en los gastos que me aplican a los movimientos de mi sufrida cuenta. Pero al entrar en la entidad he tocado el cogedor de la puerta, la butaca en la que me he sentado, y de paso, al poner al día mi libreta de ¿ahorro? en el cajero automático, he compartido teclas, pantalla táctil y, encima, como no estoy todavía mentalizada, he osado apoyar mi mano en su repisa, porque para aguantar estoicamente que la maquineja vierta todos los pagos pendientes en sus hojas, hay que estar bien apuntalado. ¡Cómo le cunde! Y me pregunto. ¿Salgo ya contagiada por alguna de las cosas que he tocado a pesar de haber cumplido con la recomendación de no dar mi mano al director?
¡Por favor, señores, déjennos vivir en paz! Y sean más honestos. No siembren nuestros días de incertidumbres. Porque es lo único que consiguen. Ofrezcan información veraz y apliquen soluciones convenientes. Ustedes, casi lo pueden todo.
Tengo que reconocer que, al principio de saltar el tema, no me lo tomé demasiado en serio. Cuando escuché las primeras noticias sobre la gripe porcina, instintivamente, la relacioné con la no muy lejana en el tiempo gripe aviar. Y también recordé lo de las vacas locas. Y pensé, más de lo mismo pero con otro nombre. Terminará igual que todo lo anterior. Pero esta vez, poco a poco, me ha ido intranquilizando el asunto. El colmo para mis entendederas fue la visita que las señoras Ministras de Sanidad y Defensa, realizaron hace pocos días al Centro Militar de Farmacia de Defensa de Burgos, enfundadas en estricto vestuario aséptico. Allí y custodiado por el ejército, se está fabricando el único medicamento que puede combatir el virus de la gripe A. Nada menos que 9 millones de dosis por mes. Y en eso estamos. Lo han conseguido. Nos han transmitido sus inseguridades. Sólo hay que asomarse a cualquier medio de comunicación. El lío está servido.
Esta tarde -y poniendo un toque de humor para terminar- me encontraba en un comercio buscando un libro de relatos de Cortazar. Ensimismada estaba en la tarea cuando, a mi lado, un señor tuvo a bien lanzar un sonoro estornudo. Huí del lugar a toda vela. No pude evitarlo. Y maldije el motivo y a los motivantes de mi aprensión. Sólo intentaba encontrar un libro para disfrutar con su lectura. Las circunstancias me bloquearon . Y no hay derecho.
Repito. ¡Por favor, déjennos vivir en paz!
Maat
P.D. Un beso muy grande para ti por llegar hasta mi blog. De momento, estos besos, no contagian gripes.
La frase, es todo un desperdicio:
"No beses, no des la mano, di hola."
Y se quedan tan a gusto. Y nos llega desde las alturas. Nada menos que desde el Ministerio de Sanidad. Para mi, se ha convertido en el misterio de la no Santísima "Trinidad" del siglo XXI. Porque vamos a ver. A partir de hoy, cuando llegue mi esposo a casa, no le dejo que se me arrime para saludarme, a lo sumo, y si viene muy eufórico, le dejo que me mande un beso con la mano, pero a distancia... Cuando lleguen mi hijo y mi nuera que comen varios días a la semana con nosotros, ya he pensado que eso de decir ¡hola! sólo con la mano queda un poco triste. Voy a confeccionar unas banderas de varios colores. Si el día ha ido bien, a la vez que les dedico el aconsejado solitario ¡hola!, zarandeo una bandera azul. Si la cosa está que trina, les recibo con una bandera roja y si el tema se encuentra entre Pinto y Valdemoro, enarbolo la de color amarillo. O sea, que se anden con precaución. Por si acaso. Y de tirón, les invito a pasar al cuarto de baño a lavarse las manos que, parece, se han convertido en la más directa vía de contagio. ¡Válgame el cielo!
Lo de casa, más o menos, lo tengo controlado. Pero... ¿Y en la vida diaria? Sólo hay que hacer un recuento de lo que nuestras manos trajinan a lo largo del día y la infinidad de objetos comunes que tocamos en el transcurso de la jornada. De acuerdo. No le estrecho la mano a mi director de banco cuando entro en su despacho a decirle que se están pasando veintidós pueblos en los gastos que me aplican a los movimientos de mi sufrida cuenta. Pero al entrar en la entidad he tocado el cogedor de la puerta, la butaca en la que me he sentado, y de paso, al poner al día mi libreta de ¿ahorro? en el cajero automático, he compartido teclas, pantalla táctil y, encima, como no estoy todavía mentalizada, he osado apoyar mi mano en su repisa, porque para aguantar estoicamente que la maquineja vierta todos los pagos pendientes en sus hojas, hay que estar bien apuntalado. ¡Cómo le cunde! Y me pregunto. ¿Salgo ya contagiada por alguna de las cosas que he tocado a pesar de haber cumplido con la recomendación de no dar mi mano al director?
¡Por favor, señores, déjennos vivir en paz! Y sean más honestos. No siembren nuestros días de incertidumbres. Porque es lo único que consiguen. Ofrezcan información veraz y apliquen soluciones convenientes. Ustedes, casi lo pueden todo.
Tengo que reconocer que, al principio de saltar el tema, no me lo tomé demasiado en serio. Cuando escuché las primeras noticias sobre la gripe porcina, instintivamente, la relacioné con la no muy lejana en el tiempo gripe aviar. Y también recordé lo de las vacas locas. Y pensé, más de lo mismo pero con otro nombre. Terminará igual que todo lo anterior. Pero esta vez, poco a poco, me ha ido intranquilizando el asunto. El colmo para mis entendederas fue la visita que las señoras Ministras de Sanidad y Defensa, realizaron hace pocos días al Centro Militar de Farmacia de Defensa de Burgos, enfundadas en estricto vestuario aséptico. Allí y custodiado por el ejército, se está fabricando el único medicamento que puede combatir el virus de la gripe A. Nada menos que 9 millones de dosis por mes. Y en eso estamos. Lo han conseguido. Nos han transmitido sus inseguridades. Sólo hay que asomarse a cualquier medio de comunicación. El lío está servido.
Esta tarde -y poniendo un toque de humor para terminar- me encontraba en un comercio buscando un libro de relatos de Cortazar. Ensimismada estaba en la tarea cuando, a mi lado, un señor tuvo a bien lanzar un sonoro estornudo. Huí del lugar a toda vela. No pude evitarlo. Y maldije el motivo y a los motivantes de mi aprensión. Sólo intentaba encontrar un libro para disfrutar con su lectura. Las circunstancias me bloquearon . Y no hay derecho.
Repito. ¡Por favor, déjennos vivir en paz!
Maat
P.D. Un beso muy grande para ti por llegar hasta mi blog. De momento, estos besos, no contagian gripes.
11 comentarios:
Hola Hola Maat,
Me ha hecho gracia el episodio con las banderitas. Te prometo que me ha parecido simpático.
Mi niña, no sé qué decirte....Tengo una amiga argentina y allí lo están sufriendo bastante.
No quiero ni pensar en la que se va a liar en las escuelas cuando caiga un niño con gripe. Por aquí están estudiando empezar más tarde las clases.
Seguro que se armará un buen lío.
Gracias por el besote.
Abrazotes enormes, de corazón!
Cuidate!
Hola Maat:
Se muere más gente por las secuelas de la gripe digamos, normal, que por esta nueva (?) gripe A.
No entendía por qué tanto revuelo, pero tras ver un vídeo que me envió mi hermana, tengo ciertas dudas.
Aquí te dejo el enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=CcgCBiyGljM
Maat. Querida Maat, permiteme que emple esta formula de afecto hacia una persona que desgraciadamente no tengo el placer de poder contar entre mi circulo de ayegados.
Al leerte, me has retrotraido hacia las columnas del desaparecido y gran periodista murciano Jaime Capmany
quien desde la sutileza no falta de fina ironia, nunca dejo de zaherir a todo aquel que dijera un estupidez como las que ahora nos vierten todos los dias nuestros "distinguidos gobernantes".
No les hagamos caso, besemos, rocemosnos, disfrutemos los unos de los otros y que sea lo que Dios quiera, no lo que ellos nos impongan.
No tardaran en recomendar de que ademas de mascarilla para ir por la calle, utilicemos a modo de preservativo protector, el uso de guantes de latex. Tiempo al tiempo.
Un beso y estrecho tu mano.
J F.
Ayer se inauguró la feria de mi pueblo y acudí a cenar con los amigos y venga a repartir besos por doquier e incluso algún apretón de manos a gente menos conocida, Mientras besaba y era besada me pregunté cuántos virus nos estarían sobrevolando y, también pensé que muy atroz ha de ser una gripe para que cambiemos las costumbres de sociabilidad y cariño.
Y, pero queda la remilgada a la que van a saludar y te salta con no, besos no, que si la gripe...
Ojú, eso suena y sabe y sienta fatañ, aunque no te lo hagan a ti y sólo seas una espectadora ruborizada por lo que te parece, quizá, una sobredosis de cuidado, pero seguro que una falta de educación y yacto.
En fin, que no sé si vamos a coger la gripe, pero miedo y desconfianza nos van a meter a paladas.
Abrazos
Eres genial contando las cosas cotidianas, Maat.
Y no sabia que tenias pamela y todo, jajaja.
Bueno, tienes toda la razón con lo que dices, yo tampoco sé que pensar ya.
Por una parte parece que es un virus gripal como tantos otros que nos han atacado toda la vida.
Pero hasta ahora no habian decidido los gobiernos vacunar masivamente a los grupos de riesgo.
Yo creo, que el riesgo es el mismo para todos, pertenezcas al grupo que sea ¿no? Pero bueno, eso dicen.
Ni hasta ahora tampoco nos habian aconsejado dejar de besarnos, darnos la mano y demas consejos que a mi parecer son completamente inutiles.
Puede que realmente esta gripe sea más grave de lo que parece, y mas mortal.
Y no entiendo que por una parte digan que se vacunen niños, ancianos, y personas con otras patologias, pero al mismo tiempo les digan a las mujeres embarazadas que la vacuna es un riesgo, que no es seguro que sea eficaz y que tiene muchos efectos secundarios para el feto.
Que me lo expliquen, por favor.
Besitos
Maat, yo no miro ni escucho noticias, de todos modos siempre estoy informada porque todos hablan de lo mismo.
Lamentablemente estuve en invierno un mes de licencia medica por esa bendita gripe, y no se lo deseo a nadie.
Pero te aseguro que aquí en Argentina, ya paso la neurosis de los primeros días y la gente dejo de cuidarse.
Saludos.
Hola Maat, a mi me suena como de algo que todo el mundo esta hablando para no hablar o preocuparnos por otras cosas muy importantes .
No hay que negar que existe esta gripe , pero tal como nos lo explican , parece que no podemos hacer nada para protegernos ( o casi nada )
Espero que esto pase y no nos pongamos todos paranoicos.
Besos desde Malaga ( he vuelto esta mañana ).
Lujo, el lio ya lo han armado. Y mayúsculo. No saben hacerlo mejor. Esa es nuestra desgracia.
Ardilla, tienes razón. Por eso me quejo de que las versiones que nos dan no sean veraces. Una pena. El video es muy interesante. Gracias por dejarlo.
jose francisco, agradezco tu visita a mi blog y las letras que en él me dejas. Ya conoces el camino. Serás bienvenido siempre.
Pues si Trini. Ya tenemos la desconfianza en el cuerpo. Todo se pondría en su lugar con una información justa. Esperémos que lo hagan.
Tag, todo parece indicar que esta gripe (la A) es menos peligrosa que la estacional de todos los inviernos. Eso es una de las últimas informaciones que he leído. Y tienes razón. Lo de la vacuna no está comprobado al 100% su efectividad. Seguiremos esperando...
JR, todos los años padecemos la gripe en mi país. Pero no nos meten tanto miedo en el cuerpo. Y sinceramente, creo que se han excedido.
Celebro mucho que estés recuperada.
De corazón.
Bienvenida Annick. ¡Qué vacaciones más larrrrgassssss! Se te echaba de menos. Vaya que sí.
En cuanto a lo que dices en tu comentario, creo que llevas buena parte de razón.
Os envío un beso de buenas noches.
Maat
Una noticia que me ha descolocado bastante en el tema ha sido la negativa de los sanitarios extremeños a vacunarse.
Estoy con Annick, temo sea una gran mentira que tapa verdades como catedrales.
No haré banderitas, no dejaré de besar, no dejaré de abrazar.
Abrazos.
Otro, beso, también sin contangiarnos, jajaj
Madre mia que manera de sembrar alarmas entre la poblacion cuando dicen que la gripe normal provoca muchas mas muertes al año entre la poblacion de alto riesgo...estoy muy de acuerdo contigo deberian de informar bien a la población y no cundir el panico...besitossss muy cariñosos
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