- De todo lo que pasa en el mundo
- sólo me importa lo que te pasa a ti;
- tú eres para mí, más importante
- que el destino de la tierra,
- más importante que el porvenir del hombre.
- Ninguna causa, ninguna idea,
- ninguna utopía me haría renunciar a ti.
- En el fondo, poco me importa
- si el agujero de ozono se agranda
- o si la humanidad desaparece dentro de cien años;
- de nada sirvieron las palabras de los sabios
- ni los milagros de los santos;
- no se pudo evitar una sola guerra,
- un sólo sufrimiento,
- una sola injusticia en este mundo
- desde que el mundo es mundo,
- y yo, que apenas soy un hombre que te ama,
- ¿qué puedo hacer...?
- me dirás que soy egoísta, tal vez,
- que me preocupa sólo mi dicha. Es cierto.
- Pero mi dicha, lo sabes ¡Eres tú!
- Y todo lo que te pasa me preocupa,
- todo el resto no cuenta, no sirve,
- no vale una sola sonrisa tuya;
- si no te tengo, si algo llegara a sucederte,
- si por algún motivo dejaras de amarme,
- para mí sería el fin del mundo,
- de un mundo que sólo tú justificas,
- que sólo tu le das sentido.
- Ningún esfuerzo valdría la pena,
- ningún Dios me devolvería tu alma,
- ninguna mujer me daría tu amor, el mismo amor,
- ninguna razón sería suficiente
- para seguir vivo, si de pronto,
- si por algún motivo, me faltaras tú, amor mío.
GIAN FRANCO PAGLIARO
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