Tal vez por un capricho más triste que galante
cuente un día una historia que casi no es de amor
Tal vez estés ausente, o acaso estés delante
pero si estás delante lo contaré mejor.
Diré que hubo una copa tallada de diamante
una flor sin rocío y un blanco surtidor.
Pero aunque se moría de sed un caminante
le negaron el agua para regar la flor.
Como ves es una historia que puede no ser mía
pues habla de un suceso que ocurre cada día
burlar a un vagabundo, negar una merced
pero al fin de este cuento vulgar y cotidiano
tu sentirás la copa de diamante en tu mano
y yo estaré de nuevo muriéndome de sed.
JOSÉ ÁNGEL BUESA
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