Mi amiga María Dolores se encontraba, una vez más, ingresada en un centro hospitalario luchando contra una enfermedad que, de tiempo en tiempo, volvía a enseñarle los dientes. La fecha de su cumpleaños estaba próxima y, una tarde, aprovechando que acudí a estar un rato con ella, me confió su temor de no llegar a poder celebrar su 50 cumpleaños. Intenté animarla y quitarle esa idea de la cabeza. Me atreví a asegurarle que lo íbamos a celebrar y que la fiesta iba a ser de esas que no se olvidan...
Esa misma noche me puse en marcha. Mi primera llamada la hice a nuestro amigo Fernando. Tardó medio segundo en decirme que si y un torbellino de ideas comenzaron a surgir...En poco tiempo, un buen grupo de amigos comunes estaban volcados con el proyecto. Emocionados recibimos la noticia de su alta médica. Para entonces, ya estaba todo diseñado y "los artistas" ya realizaban sus ensayos. Un voluntario elenco de actores preparaban con la mayor de las ilusiones dos representaciones únicas: "El lago de los cisnes" y una versión muy peculiar del Tricicle, "Soy un truhán soy un señor", de Julio Iglesias.
El viernes anterior al domingo de la celebración, había ensayo general y decisivo con vestuario incluido. A todas estas, María Dolores no tenía ni idea de lo que estábamos tramando. Esa noche, nos reuníamos toda la peña en una casa de la playa para concretar todo el programa del festejo. Ayudamos a vestirse a nuestros maridos con el "uniforme" de ballet y ahí, si que echamos el resto. No creo haberme vuelto a reír en mucho tiempo como aquella noche. ¿Os imagináis? Verlos ponerse los pantys blancos era para desternillarse. Y para remate, el tutú con la diadema de flores a juego. Indescriptible. Aún así, el ensayo general fue apabullante. El único percance lamentable de la noche-motivo de cachondeo cada vez que lo recordamos-fue el sufrido por la "estrella" del ballet-Fernando-que, entregado totalmente a conseguir una conjunción dinámica entre brazos y piernas, no se percató que los dos compañeros que lo alzaban en un movimiento determinado de la danza, calcularon mal y dieron con su cabeza en una de las vigas del patio interior de la casa, que hacia sus veces de escenario...
Conchabados con Alejando, esposo de la cumpleañera, conseguimos que a primera hora del domingo salieran de su casa en el campo al pueblo más cercano para realizar algunas compras. Unos cuantos, invadimos la parte trasera de la casa, y la llenamos de globos, guirnaldas y carteles de felicitación, mientras los otros, marchaban a esconder los coches para no ser descubiertos. Estuvimos tan bien organizados que, en pocos minutos, el jardín quedó engalanado para la ocasión. A la hora convenida, Alejandro traía de vuelta a casa a María Dolores. En el asiento de atrás del coche, varías bandejas de pasteles presagiaban la celebración. Nos esperaban a "tomar café", pero ni la más remota idea de los que iban a acudir a felicitarle.
Agazapados, esperamos que, engañada, la llevara su esposo a la parte trasera de la casa y, al verla aparecer, entonamos el cumpleaños feliz y poco le faltó para caerse al suelo...La sorpresa fue mayúscula y, emocionada, nos colmó de abrazos y besos...
La comida resulto ser un festín, pues cada uno llevó una cosa preparada y hubo viandas de sobra para los más de treinta comensales que nos juntamos a la celebración. Después de abrir todos los regalos que le llevamos ese día y gozar juntos esos momentos, comenzó el espectáculo . El éxito fue total. Lloramos de risa y ¿para qué negarlo? también de emoción. El esfuerzo estaba compensado con creces. María Dolores no paró de reír en todo el día, estaba contenta y la satisfacción le dibujaba una expresión especial en su cara. El pelo-como astracán le decía yo que era- le había vuelto a crecer y estaba muy guapa. No se perdía ni un detalle del programa y los artistas "se crecieron" como verdaderos profesionales, arrancándonos enfervorizados y merecidisimos aplausos.
La preparación de esta "sorpresa", es una de las cosas más bellas que he vivido en mi vida. Una experiencia, de la que no quisiera olvidarme nunca...
Más sorpresas en: http://remandoensanignacio.blogspot.com/
P.D. Esta entrada, quiero dedicársela especialmente a Fernando. Sé que se pasea por mi blog cada semana y, que esta, va a llevarse una sorpresa. Fue uno de los artífices de aquélla entrañable e inolvidable fiesta. María Dolores se la merecía. ¿A que sí, Fernando? Fue un privilegio tenerla como amiga.
Esa misma noche me puse en marcha. Mi primera llamada la hice a nuestro amigo Fernando. Tardó medio segundo en decirme que si y un torbellino de ideas comenzaron a surgir...En poco tiempo, un buen grupo de amigos comunes estaban volcados con el proyecto. Emocionados recibimos la noticia de su alta médica. Para entonces, ya estaba todo diseñado y "los artistas" ya realizaban sus ensayos. Un voluntario elenco de actores preparaban con la mayor de las ilusiones dos representaciones únicas: "El lago de los cisnes" y una versión muy peculiar del Tricicle, "Soy un truhán soy un señor", de Julio Iglesias.
El viernes anterior al domingo de la celebración, había ensayo general y decisivo con vestuario incluido. A todas estas, María Dolores no tenía ni idea de lo que estábamos tramando. Esa noche, nos reuníamos toda la peña en una casa de la playa para concretar todo el programa del festejo. Ayudamos a vestirse a nuestros maridos con el "uniforme" de ballet y ahí, si que echamos el resto. No creo haberme vuelto a reír en mucho tiempo como aquella noche. ¿Os imagináis? Verlos ponerse los pantys blancos era para desternillarse. Y para remate, el tutú con la diadema de flores a juego. Indescriptible. Aún así, el ensayo general fue apabullante. El único percance lamentable de la noche-motivo de cachondeo cada vez que lo recordamos-fue el sufrido por la "estrella" del ballet-Fernando-que, entregado totalmente a conseguir una conjunción dinámica entre brazos y piernas, no se percató que los dos compañeros que lo alzaban en un movimiento determinado de la danza, calcularon mal y dieron con su cabeza en una de las vigas del patio interior de la casa, que hacia sus veces de escenario...
Conchabados con Alejando, esposo de la cumpleañera, conseguimos que a primera hora del domingo salieran de su casa en el campo al pueblo más cercano para realizar algunas compras. Unos cuantos, invadimos la parte trasera de la casa, y la llenamos de globos, guirnaldas y carteles de felicitación, mientras los otros, marchaban a esconder los coches para no ser descubiertos. Estuvimos tan bien organizados que, en pocos minutos, el jardín quedó engalanado para la ocasión. A la hora convenida, Alejandro traía de vuelta a casa a María Dolores. En el asiento de atrás del coche, varías bandejas de pasteles presagiaban la celebración. Nos esperaban a "tomar café", pero ni la más remota idea de los que iban a acudir a felicitarle.
Agazapados, esperamos que, engañada, la llevara su esposo a la parte trasera de la casa y, al verla aparecer, entonamos el cumpleaños feliz y poco le faltó para caerse al suelo...La sorpresa fue mayúscula y, emocionada, nos colmó de abrazos y besos...
La comida resulto ser un festín, pues cada uno llevó una cosa preparada y hubo viandas de sobra para los más de treinta comensales que nos juntamos a la celebración. Después de abrir todos los regalos que le llevamos ese día y gozar juntos esos momentos, comenzó el espectáculo . El éxito fue total. Lloramos de risa y ¿para qué negarlo? también de emoción. El esfuerzo estaba compensado con creces. María Dolores no paró de reír en todo el día, estaba contenta y la satisfacción le dibujaba una expresión especial en su cara. El pelo-como astracán le decía yo que era- le había vuelto a crecer y estaba muy guapa. No se perdía ni un detalle del programa y los artistas "se crecieron" como verdaderos profesionales, arrancándonos enfervorizados y merecidisimos aplausos.
La preparación de esta "sorpresa", es una de las cosas más bellas que he vivido en mi vida. Una experiencia, de la que no quisiera olvidarme nunca...
Más sorpresas en: http://remandoensanignacio.blogspot.com/
P.D. Esta entrada, quiero dedicársela especialmente a Fernando. Sé que se pasea por mi blog cada semana y, que esta, va a llevarse una sorpresa. Fue uno de los artífices de aquélla entrañable e inolvidable fiesta. María Dolores se la merecía. ¿A que sí, Fernando? Fue un privilegio tenerla como amiga.
18 comentarios:
un relato, pura emoción,
la mejor sorpresa,
no está sólo en los hechos,
sino en lo hecho con el corazón.
saludos.
Precioso y conmovedor lo que has elevado.
Gracias por compartirlo.
..........
Contestando tu visita :
Si Maat, es cierto, soy ejemplo de ello, lo aprendemos a veces tarde, pero considero que lo positivo esta en despertar la inquietud de que si, si, si , se puede si seguimos insistiendo una y otra vez con el valor de la mujer y, se lo enseñamos a nuestros niños desde peque.
Cariños
Pero qué lindo gesto para tu amiga!...me imagino las risas provocadas por semejante ballet de "cisnes" jajjaaj...muy divertido y emotivo.
Un abrazo.
Es una hermosa historia de amistad. Seguramente esa fiesta elevó las defensas de María Dolores cien veces mas que 10 internaciones. El poder del amor, del cariño, de la solidaridad para alegrar al amigo que lo está pasando mal.
Una sorpresa que vale la pena guardar en el recuerdo y en el corazón.
Imagino que los señores vestidos de ballerinas debieron ser todo un espectáculo
:D
gracias por sumarte y contarme sobre tu nombre
un abrazo
Sorpresas como esa son inolvidables, amigos juntos y dispuestos a hacer lo que sea para lograr el día redondo, y se consiguió para Mª Dolores, que cumpla muchos más, felicitaciones por esta amistad que es el mejor tesoro.
Recuerdos a Fernando y besos muchos a repartir.
Qué bonita fiesta. Con tu narración es como si hubiera asistido.
Y qué bonito recuerdo para tu amiga y para el resto de participantes.
Un abrazo muy fuerte
Un gran detalle para tu amiga y una bonita forma de hacerla feliz y de que olvidara sus problemas, aunque solo fuera por ese instante. Seguro que disfrutasteis de la fiesta, se puede ver en el relato. Un beso.
Eres una buena amiga, como tu van quedando pocas.
Gracias Maat.
Besos sorprendidos
Una fiesta encantadora y preciosa. Estoy seguro que todos dieron lo mejor de si mismo para hacer un espectáculo extraordinario. La ocasión así lo merecía.
Gracias por el relato, me ha encantado.
Un abrazo
Precioso relato en el que reflejas lo mejor del corazón humano, sentimientos de cariño y solidaridad hacia una amiga en horas bajas.
Me ha gustado mucho, Maat.
Un abrazo.
Una fiesta sorpresa que os honra a ti y a tu grupo de amigos, de esas sorpresas que nunca se olvidan.
Un beso
Una buena dedicatoria, los pálpitos tuyos seguro que le llegan allá donde esté.
Un beso, compañera.
Estos si que son unos amigos, si señor, seguro que nunca lo olvidará.
Un abrazo
Una sorpresa, que es un homenaje.
Un recuerdo que seguirá siendo una presencia.
Entrañable y emotivo, tu relato...
besos
Que bonito detalle, llevas razón preparar algo tan especial crea una emoción especial por el significado que tiene. Me alegro por Mª Dolores tiene una amigos muy especiales.
Besos
La fuerza de la amistad sincera, es capaz de montar fiestas increibles, desde luego la sorpresa que se llevaria tu amiga seguro que la lleno el alma de vitaminas llenas de cariños, que algunas veces hacen mas milagros que las medicinas,
Felicidades por tu buen corazón.
Besos encantados Lucia.
Una bella y emocionante sorpresa.
Debe ser muy especial pasar por una situación así.
Un abrazo.
Una sorpresa preparada con todo el amor que los amigos ofrecen. Me has hecho feliz al leerla y al imaginaros. Suerte tener amigos entregados como vosotros.
Un abrazo Maat y desde luego una sorpresa maravillosa.
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