21 de junio de 2009

¡Qué sola estabas por dentro!


¡Qué sola estabas por dentro!
Cuando me asomé a tus labios
un rojo tunel de sangre
oscuro y triste se hundía
hasta el final de tu alma.
Cuando penetró mi beso
su calor y su luz daban
temblores y sobresaltos
a tu carne sorprendida.
Desde entonces los caminos
que conducen a tu alma
no quieres que estén desiertos.
¡Cuántas flechas, peces, pájaros,
cuántas caricias y besos!


MANUEL ALTOLAGUIRRE








7 comentarios:

Trini Reina dijo...

Altolaguirre está entre mis favoritos, ultimamente, yo diría que en el número uno, será que sus versos me llegan y traspasan y no me canso de releerlo.

Gracias

Besos

Anónimo dijo...

ala, un malagueño por aquí, pues aquí tienes otro: yo, jaja,

Me ha gustado, gracias por ponerlo,
un beso
Juanma

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Qué hermosos estos versos!...con muy buena musicalidad.

Que pases un buen domingo!

MARU dijo...

Lo bueno, si breve, dos veces bueno...
Un breve pero intenso poema, como no de Altoaguirre.
Un besito

Annick dijo...

Precioso poema de un malagueño algo olvidado.

Besos desde Malaga.

Anónimo dijo...

¡Qué dura es la soledad! Yo lo sé bien, por lo que vengo para hacerte compañía, esperando que tú no estés sola por dentro. Un beso y gracias por visitar mi desván. Espero que te gustara. Hasta pronto.

Manolo Jiménez dijo...

Preciosos versos de un autor semiolvidado (por no decir olvidado por entero)

¡Quién pudiera entrar un ratito en tu biblioteca!

Abrazos.