18 de octubre de 2012

Este jueves, un relato: De libros...



En cuanto leí el tema que Rochies nos proponía  para este jueves, me vino a la mente un libro que me marcó y que leí hasta la saciedad..."La vida sale al encuentro", de José Luis Martín Vigil.

De siempre me ha gustado leer. Recuerdo con especial ternura la pequeña biblioteca que las Adoratrices tenían  a nuestra disposición, en el colegio. Una sala sombría, con mobiliario regio, techos altos y un divertido y reluciente mosaico por suelo, acogía un enorme armario lleno de estantes en los que, en riguroso orden, se exhibían los ejemplares destinados a nuestro solaz. Preparados para caer en nuestras manos, todos vestían de azul, con una etiqueta blanca en su lomo que indicaba el lugar que debían volver a ocupar cuando regresaran a su estante. En la educación que recibíamos por aquellos años-cosa que agradezco infinito-fomentaban el amor a la lectura, como llave indispensable de acceso a ampliar la cultura  que nos abriría muchas puertas a lo largo de nuestra vida.

Pero no fue ninguno de aquellos libros los que ahora trato de recordar, aunque si fueran los artífices de mi afición a la lectura.  "La vida sale al encuentro" llegó a mis manos gracias a que mi hermana la mayor trabajaba en una biblioteca y, en mis periodos vacacionales, le acompañaba muchas tardes a su trabajo, pues me encandilaba ver como preparaba las fichas- a mano- de los nuevos libros que iban llegando, con aquella letra de redondilla que tanto enviadaba y que nunca fui capaz ni de imitar.

Me enganché a la forma de narrar de Martín Vigil. Con "La vida sale al encuentro", reí, lloré, me emocioné, y aprendí muchas cosas del mundo de los sentimientos: el primer amor, el valor de la amistad y la importancia de la lealtad incondicional hacia los amigos, los lazos que pueden unir a los hermanos, la admiración, reconocimiento y respeto a los padres, los grandes ideales que nos brotan en la adolescencia y la forma de afrontar las dificultades que la vida va poniendo a nuestro paso. La narrativa de Martín Vigil, estaba preñada de una carga sentimental que te empapaba, sobretodo teniendo en cuenta la época que la conocí, en plena zancada de la infancia a la juventud.

Siempre ha habido libros en cada etapa de mi vida. Recuerdo con especial cariño y una sonrisa de oreja a oreja, uno que nos compramos "mi novio" y yo con toda la ilusión de que son capaces dos jóvenes enamorados: "Escuela del amor y del matrimonio". Muchas tardes, nos íbamos hasta el camino del faro, frente al mar, a leer capitulos y capitulos del libro, que daban origen a interminables conversaciones...

El último libro que ha caido en mis manos ha sido:"Cincuenta sombras de Grey". Aún no he conseguido recuperarme de su lectura. ¡Poldios!

Lupe


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14 comentarios:

Rochies dijo...

Qué riqueza va dejado este día y cuanto más nos conocemos a partir de hoy, porque casi indefectiblemente las historias han sido autobiográficas. No conozco el libro ni al autor y de modo irreversible apenas lo halle lo vincularé contigo.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Creo que una de las principales falencias del sistema escolar actual -al menos por aquí- es el poco énfasis en incentivar la lectura. Si se lo hace desde la más tierna infancia, con libros acordes, interesantes, con atractivas ilustraciones y agradable formato, cualquier chico aprenderá a disfrutar de una buena lectura como forma de dar rienda suelta a su fantasía.
Hermosos recuerdos nos compartes.

Un abrazo

Natàlia Tàrraco dijo...

Una descripción desde la infancia, del proceso hacia "el libro" o los libros. Vágamente me acuerdo de "la vida sale al encuentro", me has revivado mi memoria porque enseguida he evocado otro título "el arte de amar" de Erich Fromm que leí en catalán y del mismo autor "el miedo a la libertad"...amiga Lupe, en la adolescencia me dió por leer mucho "ensayo", !hasta Freud! "Totem y tabú",y demás...!Marcuse! y para estrenar mi afición por lo antiguo:"Sinuhé el egipcio" Tiempos de inquietantes dudas y en ellas sigo en muchos aspectos, ya lo creo, en lo antiguo sigo, como dopada.
Pol-los dioses!!! has caído en manos de las cincuenta sombras !dioseeessss!
Besitos muchos.

Cecy dijo...

Para mi es una novedad tu libro, que bien, porque esta convocatoria que nos lleva a alguna lectura en particular o a muchas de ellas, encontramos otros libros, como en este caso para mi, que ha sido presentado.

Un abrazo juevero.

Juan Carlos Celorio dijo...

Tu relato me ha traído a mente pequeñas bibliotecas, en las que buscaba libros, generalmente de viajes. Recuerdo uno sobre un tipo que quería viajar a Bután, el pequeño país del Himalaya. Bibliotecas que abrían su modesto catálogo para nuestro ensueño.
Me gustó, un abrazo, amiga.

Anónimo dijo...

Curioso el caso del exjesuita Martín Vigil. En los 60 uno de los autores más prolíficos y leidos para posteriormente caer en el ostracismo y el olvido. Recuerdo haber leido algunos de sus libros.
Un abrazo.

Mar dijo...

De Martín Vigil, leí "una noche un puñal" hace ya muchos años. Recuerdo que me gustó, pero ya no he vuelto a leer nada más de este autor.

Bss.

Sindel Avefénix dijo...

Qué interesante es ir viajando por los blogs y descubrir que cada uno elige cosas diferentes.
Estoy anotando el nombre de todos los libros que van eligiendo, porque la emoción que ponen todos en su homenaje me tienta a conocerlos.
Muy lindo relato.
Un abrazo.

Valaf dijo...

No conozco el autor que citas. De todos modos, es curioso: uno tiene un libro, uno de esos que marcó tu infancia o adolescencia. Es como un libro de culto, más que nada por lo que significó para ti. Y con el paso de los años, si lo relees, las mismas páginas evocan mundos distintos, sensaciones diferentes. Y eso nos habla del poder de esas páginas para actualizar la vida en nuestra mente.

Un beso

MAJECARMU dijo...

Lupe,gracias por tu visita,amiga.
Debo decirte,que he leído los libros de Martín Vigil y también me dejaron su huella emocional...Casualmente cuando estuve en Salamanca también estuve con las Adoratrices,con su orden y su religiosidad...
Todos los libros nos dejan su huella,el espíritu del autor siempre está presente y aprendemos a mirar la vida y enriquecer el espíritu con diferentes perspectivas...
Mi gratitud por compartir de forma tan bella tus experiencias vitales.
Mi abrazo grande y feliz domingo,amiga.
M.Jesús

rosa_desastre dijo...

Hola Lupe, yo tambien lei a Martin Vigil cuando era adolescente "Los curas comunistas" que hace poco vi en las estanterias de mi casa del pueblo. Alli conservo esos libros amarillentos con ese olor caracteristico de viejos y que nos fueron marcando de una u otra forma. Pequeños tesoros.
Un beso

casss dijo...

Tus relatos siempre son ricos en descripciones creando un clima especial. Ya me tentaste a leer "tu" libro. No hablas de Pessoa, que si mal no recuerdo fue uno de los pilares por lo que abriste el blog y en cuanto a las famosas sombras... pues tendré que leerlo, para saber qué quieres decir con "poldios" jajaja

Achuchones, muchos!

ibso dijo...

Un entretenido viaje por tu camino de lectora, desde la infancia a estos días, donde nos dejas señalado algunos de tus "libros favoritos". He de confesar que no he leído ninguno de ellos, aunque los tendré en cuenta por si cruzamos nuestros caminos.
Un abrazo

Unknown dijo...

Ahora si ya lo escuche todo... Un recorrido por la vida... Nos llevas al encuentro con tu vida parafraseando el titulo. Un encanto pasar por aquí, aunque un poco tarde... Mejor tarde que nunca verdad? Un saludo.