Con verdadero estupor he seguido las noticias sobre la sentencia dictada por la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla en el caso Marta del Castillo. No dejo de pensar en la tristeza que invadirá el alma de esos padres que tanto han luchado-sobre todo-para encontrar el cuerpo de su hija y darle cristiana sepultura. La ineptitud de algunos responsables en administrar justicia ha quedado-nuevamente-demostrada. Tan solo hay que leerse alguno de los contenidos de dicha sentencia para llegar a ese convencimiento.
Desde la distancia, la familia de Marta tiene todo mi cariño y total apoyo en lo que pueda hacer por ellos. Apenas soy un granito de arena, pero se me hiela la sangre cuando pienso que el calvario por el que ellos están pasando ahora, puede surgir en la vida de cualquiera de nosotros en el momento más inesperado.
Ante los últimos acontecimientos nefastos que tenemos que ir encajando la sociedad española me dan ganas de decir eso de: ¡por favor!, paren este país, que me bajo en la próxima..."
Maat
Desde la distancia, la familia de Marta tiene todo mi cariño y total apoyo en lo que pueda hacer por ellos. Apenas soy un granito de arena, pero se me hiela la sangre cuando pienso que el calvario por el que ellos están pasando ahora, puede surgir en la vida de cualquiera de nosotros en el momento más inesperado.
Ante los últimos acontecimientos nefastos que tenemos que ir encajando la sociedad española me dan ganas de decir eso de: ¡por favor!, paren este país, que me bajo en la próxima..."
Maat
8 comentarios:
También me bajo yo, querida Maat.
La Justicia algunas veces parece ponerse en el lado de la balanza que nadie entiende.
Mi solidaridad con los padres de Marta.
Un fuerte abrazo, amiga.
No entiendo los fundamentos jurídicos que pueden avalar una sentencia como esta. Tal vez no hubiera otra sentencia posible con las leyes actuales. Pero si es así, se hace más que evidente que las leyes han de ser cambiadas para que individuos como estos miserables no se rian de toda una sociedad que clama por una sentencia más justa cuando existen tantas evidencias que destacan la culpabilidad de estos asesisnos.
Un abrazo.
P.S. ¿Te veré en Córdoba? supongo que tienes noticias del III encuentro bloguero. Si no así, entra en el blog de Mª José Moreno o en el mío.
Todo parece indicar que la Justicia y la Ley van por caminos separados, porque si bien basta una para matar, se ha necesitado varios para esconder y mantener en secreto el cuerpo, por lo tanto ¿como es que estan en la calle? deberian estar entre rejas hasta al menos dijeran la verdad de lo que paso.
Un beso, Maat
Querida Maat:
No sé donde radica el problema, pero desde luego mucho hay que cambiar en este país nuestro. Cada vez se confunden más los términos "legalidad" y "justicia" por parte de los que, en teoría están para aplicarla.
No sé a donde iremos a parar...
Un abrazo muy fuerte :)
En el fondo se esperaba una sentencia similar, y debe ser triste y duro que llegue ese momento en el que ya no esperes nada. Ahora es cuando debemos apoyarlos más, porque han decidido luchar y el camino que les queda es largo. Y yo pienso como ella, que cada día de esos veinte años en la carcel que le han caido sean una pesadilla para él, al fin y al cabo ellos tampoco tienen descanso.
Siento mi dureza pero oirla y verle su tristeza en los ojos duele.
Besos, Maat
Besos
El problema radica en que las leyes no son iguales para todos, pensemos en que fuera la hija de un diplomático, parlamentario, gran empresario... no saldría ni por la tele.
Así se hicieron las leyes y para ello, para ser interpretadas según convenga y eso no cambiará.
Un abrazo.
Tienes toda la razón en tu exposición, salvo el culpable. No son los jueces sino la legislación. El juez en el sistema europeo n tiene margen de decisión, tiene que ser un funcionario que aplica unas leyes. Y esas leyes defienden más los derechos del acusado que el castigo. Siempre ha resultado perverso castigar a un inocente y el modo en que lo plantea el Derecho español permite esa mayor perversión, que cada cierto tiempo un nueva sentencia nos estremezca al dejar inpunes o casi a sujetos tan abominables como los que se sentaron en ese banquillo.
Me sumo al apoyo a la familia de Marta.
Para ti un fuerte abrazo ¿nos vemos en Córdoba?
Ponerse en la piel de esos padres es imposible, sentir su dolor es impensable, nadie más que ellos saben como han transcurridos los dias sin la presncia de su hija, se la arrebataron y ni tan siquiera han podido recuperar su cuerpo.
Justicia ¿cual?
Besos Maat
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