17 de septiembre de 2010

Fábula

Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infelíz de poca inteligencia, que vivía llevando a cabo pequeños recados y recibiendo limosnas.

Diariamente, algunos hombres invitaban al tonto a entrar al bar donde ellos se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de menor tamaño, pero de 1 peso.

Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había caído en la cuenta que la moneda de mayor tamaño valía menos, a lo que respondió:

-Lo sé señor, no soy tan tonto..., vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguecito se acaba y no voy a ganar más mi moneda.

Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero podemos sacar varias conclusiones:

1ª) Quien tiene apariencia de tonto, no siempre lo es.
2ª) ¿Cuáles son los verdaderos tontos de la historia?
3ª) Una ambición desmedida, puede terminar cortando una fuente de ingreso.
4ª) Esta es la más interesante: Podemos estar bien, aún cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.

Moraleja

El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente...

(Autor desconocido)

Maat


10 comentarios:

Natàlia Tàrraco dijo...

Me encantas estas cuestiones, Maat.
Veamos:

1ª No por mucho tontear amanece más temprano (?) Apariencia de tonto no la situo, la tontez se lleva dentro y aflora por el poco seso a través de boca y actos. He visto tontos guapos muuuchos, he visto feos guapos de verdad, nada tontos.

2ª Uffff, muchos hay, serán los que se han creído listillos y así nos luce !por tontos!. El sabio decía: solo sé que no se nada

3ª Más que ambición, como demuestras en el relato, es una falta de cálculo reflexivo. Ambición no es divino tesoro, depende de lo que se ambicione, hay quien con una buena sombra bajo el sol se contenta. No todas las fuentes producen ingresos, y a saber, esos, ¿de qué tipo?

4ª Me acomoda la respuesta que ofreces. A veces yo tengo una mala opinión de mí misma, depende, y aún así me aguanto a mí misma, otras me borraría del club capaz de admitirme (Groucho dixit)Otrooos, cuantitativamente, pueden ser muuuuchos o pocos, habrá que cargar también con ellos. La mala opinión es cosa de opinión, así que relativa y no le doy mucho empaque, yo misma soy capaz de cambiar de opinión ahora mismo.

El verdadero hombre no suele ser absolutamente inteligente, resultaría imposible. Conviene tontear de vez en cuando, lo hacemos sin darnos cuenta. Las apariencias siempre engañan, creo o la cago.

Me has dado en la reflexión sesuda, llueve, está gris mi cerebro.
Gracias amiga por estas gotas de aceite en mi atontado cerebro. Nos veeemos.

Ardilla Roja dijo...

Esto me recuerda el timo de la estampita. ¿Quién es más sinvergüenza, el que engaña a los primos que caen en la trampa, o ellos que piensan que están enredando al otro?

Desde luego al autor desconocído de la frase de la moraleja no le faltaba razón.

Interesante entrada, Maat.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

como de pueblo que soy...he de decirte que en mmi pueblo hubo un tiempo en que se podia deci que teniamos tonto oficial...
la verdad sea dicha que con el transcurrir del tiempo, aprend que el quiza no fuera el tonto...recuerdo que le tomaban mucho el pelo, recurdo que se cabreaba mucho...él tenia deficiencia psiquica...pero, sabes, acababa siempre tomandose cosas en el bar sin pagar...
medio beso, maat.

casss dijo...

...es que tan tonto no era, sin lugar a dudas. Lo bueno es cuando ya no nos importa más que estar en paz y no deberle nada a nadie. Pero claro, para eso ya uno tiene que estar crecidito!!

besitos y buen fin de semana

tag dijo...

No sé yo si estar muy de acuerdo con la moraleja
¿porqué tiene que aparentar ser tonto un hombre inteligente?
entonces ya no es inteligente, porque aparentar siempre es negativo, aunque el fin sea desenmascarar a un fatuo y engreido tonto que pretende aparentar ser inteligente.

Al menos eso pienso.

Bueno, la anecdota del tonto del pueblo es muy didactica,porque pone de relieve la crueldad de la gente respecto a los que son menos afortunados, sea mental o fisicamente.
Se creen con derecho a burlarse y a reirse y eso me da mucha pena.
Así que... ¡bien por el tonto del pueblo!

Que sol más mono has puesto.
Muy chuli.

Besitos

Un par de neuronas... dijo...

Suelen ser tontos los que van de listos porque un día el que parece tonto es más listo que ellos y les da en los morros.

Más vale un tonto con la boca cerrada que un listo con la boca abierta. Listo el primero y tonto el segundo.

Más vale parecer tonto que serlo...

Muy bueno, Maat y muy reflexivo, son cuentos que no pasan de moda, nunca.

Besito y buen finde.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Conocía la fábula pero igualmente me encantó volver a leerla. Vale tenerla muy presente.
Abrazos.

MAJECARMU dijo...

Muy bueno tu relato y me gustaría intentar resumirlo en pocas palabras:Hemos de ser prudentes en palabras y actos, porque la vida nos sorprende y nos corrije continuamente.
Te dejo mi gratitud y mi abrazo inmenso,amiga.
M.Jesús

mar... dijo...

Hola Maat
No conocia esta fábula y me ha parecido buenísima.
Es cierto que muchas veces los tontos no son tan tontos ni los inteligentes tan inteligentes, para mi en la inteligencia pasa como con el dinero, el que realmente lo posee no va pregonándolo y unicamnte lo descubres cuando lo tratas habitualmente.
Además ya lo dice el refrán, dime de que presumes y te diré de que careces
Un beso de Mar

Abuela Ciber dijo...

A veces transitar por la vida con perfil bajo, permite disfrutarla en su magnitud.

Cariños