22 de abril de 2009

Soneto de la dulce queja



Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que me pone de noche en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado.

FEDERICO GARCIA LORCA























7 comentarios:

Lujo dijo...

Hola Hola Maat,
Mi niña, muchas gacias por esa caricia en forma de poesía. La necesitaba.
Sabía que por aquí encontraría un poco de calma.
Es una maravilla lo que has elegido.
Mil gracias.
Cuidate mucho!
Abrazotes enormes de todo corazón.

El desván de la memoria dijo...

Maravilloso Lorca.
Gracias, Maat.
Un abrazo,
Ramón

Tempus fugit dijo...

¡Este otoño que nos enajena! Lo resistimos a base de escribir en las hojas que se nos caen.


besos

MAJECARMU dijo...

De nuevo la naturaleza sirve de símbolo para los sentimientos de Lorca..su pena y su secreto.

Nos llena con su hondura y solemnidad. Su desesperación se suaviza apoyada en los elementos naturales.

Precioso el poema, Maat.muchas gracias.

Un abrazo y mi admiración.

Ardilla Roja dijo...

Que maravilla.

Y no me voy a extender para no liarme.

Gracias Maat

Felisa Moreno dijo...

Qué belleza de poema y de fotografía, un abrazo.

Manolo Jiménez dijo...

El poema de Lorca sublime, la elección del poema más sublime aún.

Abrazos