11 de diciembre de 2008

Valencia, más cerca del cielo.

Hoy, un nuevo puente –L’Assut de l’Or- abraza las dos orillas del antiguo lecho del río Turia en la ciudad de Valencia. Ha sido inaugurado este mediodía por el presidente de la Generalitat Francisco Camps y la alcaldesa Rita Barberá, bajo la mirada complacida del arquitecto e ingeniero encargado del proyecto, el benimatense Santiago Calatrava.


Se encuentra situado entre El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe y el impresionante edificio, -todavía en construcción- de, el Ágora, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Se trata de un puente atirantado de acero y de hormigón blanco que tiene un tablero de 180 metros de longitud, que lo convierte en el puente más largo de España, y con una anchura de 39 metros, que incluyen tres carriles en cada sentido. En el centro, una zona peatonal y otra para carril bici. Predomina un gigantesco mástil de 125,62 metros, con una inclinación aproximada de 40º y que soporta un haz de 29 cables paralelos en arpa y que llegan hasta el centro del tablero. Este mástil, se ha convertido en el punto más elevado de la ciudad.

























El puente, puede soportar un peso de 5.500 toneladas y se calcula que diariamente circularán por él aproximadamente 70.000 vehículos. A partir de hoy, ya se puede dar la vuelta completa a la ciudad, ya que las rondas norte y sur quedan unidas a través de este puente.

Era en el año 1988, cuando Santiago Calatrava realizaba su primer trabajo en Valencia con el Puente del 9 de Octubre. La gran riada del año 57, ocasionó que el río Turia fuera desviado y en su viejo cauce, en los años 80, comenzó a construirse una gran zona verde lineal para ocio y disfrute de los valencianos y de los que viven en nuestra ciudad. Y comenzaba justo debajo de ese puente 9 de Octubre, que
tomó su nombre del día que se celebra la fiesta de la Comunidad Valenciana. A lo largo de ese cauce reconvertido en jardín, un total de 17 puentes unen varias zonas de la ciudad. En su último tramo, una isla blanca y deslumbrante, de inquietantes construcciones, nos muestra una Valencia moderna y atrevida, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, con unas formas en sus edificios que parecen sacadas de los sueños.

Y es precisamente, para no entorpecer la visión de este conjunto, el motivo por el que no se le han puesto farolas al tablero del puente L'Assut de l'or. La iluminación está concentrada en las barandillas y guardarrailes y en el pilono, donde se han ubicado luminarias empotrad
as bajo los cables y el fuste para resaltarlos.



























Cuatro cables de retenida de acero, es uno de los puntos de apoyo del puente cuyo coste final ha sido de 34,4 millones de euros.



El nombre del puente se ha tomado de una idea facilitada por un vecino de la zona, -Ramón Plá-y que conocía la existencia, en un lugar próximo, de un Azud (Assut en valenciano) que es una palabra de origen árabe (as sad) que significa barrera. Un azud, es un muro de contención que retiene y hace subir el nivel de las aguas, en este caso, las del río Turia, para luego canalizarlas hasta las huertas para su riego. De ahí, que Rita Barberá en el momento de su intervención en el acto de inauguración comentara: "este nuevo hito, une historia y vanguardia y se convierte en el faro que indica donde está la Valencia moderna"

A este espectacular conjunto arquitectónico solo falta añadirle el Ágora, actualmente en construcción, que sin duda será el broche de oro para la imagen que ofrece en la actualidad de una ciudad moderna y a la vanguardia, que ha hecho posible que la visita a Valencia sea punto indispensable en las rutas turísticas tanto a nivel nacional como fuera de nuestras fronteras.

Desde este rinconcito, os invito a visitar Valencia. Os aseguro que quedareis asombrados y complacidos.

Maat




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