29 de agosto de 2008

Deseo cumplido...

Hace varios años que mi esposo intentaba convencerme para que los días de vacaciones estivales los dedicáramos en disfrutar de un crucero por el mediterráneo. No lo consiguió. La idea de perder "tierra firme" bajo mis pies no me convencía nada. Pero llegó un momento en que comencé a mentalizarme, pues a ratos, sentía ser la causa de que mi esposo se quedara sin ver cumplida una de sus ilusiones, navegar.

Un día, visité una agencia de viajes y solicité un catálogo de cruceros. Seguía mentalizándome mientras me paseaba por sus páginas buscando un crucero que se ajustara a nuestras posibilidades. El que más me convenció -si es que puede llamarse convencimiento a lo que yo sentía- era uno que se realizaba por algunas ciudades de Italia. Consulté fechas disponibles, precios, detalles y con todo preparado me dispuse a darle una grata sorpresa a mi esposo. Me había costado lo mío llegar hasta ahí... Y casi lo estropeo. En el último momento frené mi impulso de contratarlo sin él saberlo (me encanta dar sorpresas) y una noche, en la cena, le presenté mis planes. En un principio se entusiasmó con la idea, pero cuándo llegamos al tema económico se "desmontó". La boda de nuestro hijo estaba a sólo seis meses y llegamos al acuerdo que había una prioridad, y era la boda. El crucero podía esperar, podría ser al año próximo... Lógicamente, no puse ninguna objeción. Sentí un gran alivio. Por una parte, porque ya no era yo el obstáculo y por otra...que me libraba -de momento-de viajar en barco. Me quedé tranquila. Llegó la boda, llegó el siguiente verano, pero la palabra crucero no volvió a entrar en nuestros planes...

El pasado mes de Mayo, y de pura casualidad, me encontré con una propaganda de un crucero fluvial y la luz de la sorpresa prendió rápido. Eso de "fluvial" me daba mucha más confianza, y me puse manos a la obra. Con el itinerario, fechas, precios...lancé el anzuelo. Y picó. Y como picó. A mi esposo le entusiasmó la idea, el recorrido, el precio, las fechas... Nos íbamos de crucero. Fluvial le daba igual, iba a navegar y a ver cumplido su deseo. Y encima, se me había "ocurrido" a mi, a la que no quiere dejar de notar tierra firme bajo de sus pies....

Y de ese crucero os contaré cosas en los próximos días. Ha sido una experiencia preciosa que hemos vivido con toda intensidad. La hemos disfrutado. Si, yo también. A pesar de que el crucero fluvial tenía recorrido también por el mar, por el Atlántico, mar que ha tenido algún ratillo que otro "juguetón"...

Pero para no cansaros, os lo iré contando poco a poco. Hoy, os indico el itinerario....

Sevilla-Cádiz-Alcoutim- Vila Real de Santo Antonio-Faro-San Lúcar de Barrameda-Puerto de Santa María-Jerez-Córdoba-Sevilla.

¿Listos...? ¡Zarpamos!.


Maat.


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