24 de marzo de 2008

¡Que os guie Dios!


¡Oh, pobres versos míos,
hijos de mi corazón,
que os vais ahora solos y a la ventura por el mundo...
que os guíe Dios!
Que os guíe Dios y os libre
de la declamación;
que os guíe Dios y os libre
de la engolada voz;
que os guíe Dios y os libre
del campanudo vozarrón;
que os guíe Dios y os libre
de caer en los labios sacrílegos de un histrión.
¡Que os guíe Dios!... Y el que os sacara
de mi corazón,
os lleve
de corazón
en
corazón.

LEÓN FELIPE



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