Nuestra Señora de Guadalupe

Hace unos días os conté que estuve en Extremadura en un viaje familiar. Siempre que voy a esas tierras, visito el Monasterio de Guadalupe. Si lo conocéis, entenderéis por qué lo hago. Si no habéis tenido la suerte de estar en él, os aconsejo que en cuanto os sea posible, lo visitéis. Quedareis gratamente sorprendidos y seguro, seguro, que os gustará todo lo que allí vais a contemplar. Y hoy, me apetece empezar a contaros cosas de Guadalupe. Digo empezar, pues hay mucho que escribir.... Por eso, iré por partes.....

Resaltar que el pasado 24 de Marzo, se inauguraba el "Año Jubilar", concedido al cumplirse este año el centenario de la proclamación de la Virgen de Guadalupe como Patrona de Extremadura por el Papa San Pio X, hecho recogido en el documento pontificio fechado el 20 de marzo de 1907.

Y ahora, comienzo.....

Nace la historia de Guadalupe por la aparición milagrosa de la Virgen María a un humilde pastor llamado Gil Cordero y por el posterior hallazgo de una imagen de la Virgen en el lugar que María, le indicó al pastor.
La imagen mide 59 centímetros de alto, y pesa 3975 gramos.
Según la descripción de la época, pertenece al grupo de Vírgenes Negras de la Europa Occidental del siglo XII. Se caracteriza por poseer nariz recta y mentón ateniense, grandes ojos e hieratismo en las posturas . Su rostro es negro. Su vestido es una túnica de color verde-oliva, con sobrecuello imitando a bordado de hilo, puños de las mangas dorados y manto de color ocre-marrón. La imagen muestra unos pies calzados con zapatos puntiagudos de color negro. Lleva un velo de color blanco, con vueltas en bermellón, que se desliza desde la cabeza a los hombros. Su túnica exhibe cuatro flores bordadas, dos en el pecho, una debajo de su mano derecha y la otra en la parte inferior de su túnica.

El Niño es una talla sedente, del mismo estilo y autor que la Madre. Mide 23 centímetros de alto, y pesa 205 gramos. Sentado, como si lo estuviera en un trono, en el regazo de la Virgen Madre, y tiene su cabeza recostada entre los pechos maternos. Su túnica es sencilla, de color rojo, con adornos dorados y el sobrecuello, dorado, bordado imitando a hilo. La mano derecha del Niño es de plata y está en actitud de bendecir. La izquierda, sostiene el Libro de la Vida, sobre la rodilla izquierda. Su manto, cae sobre su hombro izquierdo y va hasta las rodillas. Los pies se muestran descalzos. Su cabellera, ondulada, es larga hasta el cuello.

Algunos códices remontan el origen de esta imagen (foto) al siglo primero del cristianismo, atribuyendo a San Lucas (uno de los cuatro evangelistas) la autoría de la talla.

Y ahora, un poco de leyenda-historia......

- Muerto San Lucas, en Acaya (Asia Menor) la imagen de Nuestra Señora fue enterrada con él.
- A mediados del siglo IV, su cuerpo fue trasladado a Constantinopla. La talla de la Virgen, también.
- El emperador Mauricio, entregó la imagen al Cardenal Gregorio, que se la llevó a Roma.
- En el año 590 dicho Cardenal fue elegido Papa y profesaba una gran devoción a esa imagen de María. Presa la ciudad de Roma de una epidemia terrible, las gentes salieron a la calle para hacer rogativas para una intercesión de la Virgen, procesión que presidia el Papa Gregorio Magno y en la que llevaban la imagen de Nuestra Señora entre el clamor del pueblo. Y la epidemia cesó.
- Un tiempo después, el Papa Gregorio, quiso obsequiar en señal de amistad, dicha imagen a San Leandro, arzobispo de Sevilla, y por medio de su hermano Isidoro, que se encontraba en Roma, la hizo llegar hasta él.
- Durante la travesía de Roma a Sevilla, se desencadenó una fuerte tempestad en el mar y se aclamaron de nuevo a la Virgen. La tempestad se calmó y recibida la imagen por San Leandro en el puerto hispalense, fue entronizada en la Iglesia principal de Sevilla (hoy Catedral) y allí venerada hasta el año 714 en que comenzó la invasión árabe.

Continuará......