4 de septiembre de 2007

Soneto para un reproche

Yo no sé si tu esperas todavía,
el gran amor con que soñaste en vano,
que era un pozo en la tarde de verano,
y era la sed que el pozo calmaría.

Yo sólo sé que estuvo cerca el día,
cuando tú lo creíste más lejano,
y fue una llama que se heló en tu mano,
al separar tu mano de la mía.

Así fue: Poca cosa en el olvido,
como el viento que llega y ya se ha ido
o la rama partida sin dar flor;


Pero no es culpa mía si tu hiciste

una cosa vulgar, pequeña y triste,
de lo que pudo ser una gran amor.

JOSÉ ÁNGEL BUESA

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