15 de julio de 2007

Se nos está marchando un amigo...

Sólo habían transcurrido diez días desde la última vez que estuvimos juntos. Fue en la noche de San Juan. Un grupo de amigos, nos reunimos, como cada año en esta mágica noche, para celebrarla juntos. Y nos acercamos hasta la playa donde tenéis vuestro apartamento. Pero esa noche, no tenías mucho ánimo y ya no quisiste cenar con toda la pandilla. Te convencimos para que vinieras a tomar por lo menos el postre con nosotros... y con un gran esfuerzo, lo hiciste. Pero ninguno nos dimos del todo cuenta, que al parecer, al igual que el sol, que el día 21 entró en el solsticio del verano, y según cuenta la leyenda, en ésta fecha, comienza a perder fuerza y vigor, tú también estabas perdiendo fuerzas, estabas perdiendo tu salud. A la hora de acercarnos a la playa, tú decidiste esperarnos en el paseo, no estabas dispuesto a saltar las tradicionales olas, ni tan siquiera mojarte un poco los pies en el mar. Yo me quedé con tu esposa y contigo, charrando y viendo los fuegos artificiales, mientras el resto de amigos cumplían con la tradición... Estuvimos un rato contemplando las hogueras que ardían en la playa, y luego, nos despedimos. Nos quedamos un poco preocupados contigo, pero pensábamos que era algo pasajero. En los siguientes días, no acababas de estar bien, y desgraciadamente hubo que ingresarte. Y entraste en coma. Parece ser que un herpes, se ha instalado en tu cerebro, y te está dañando gran parte de la zona derecha del mismo. Te mantienen sedado pues tus dolores de cabeza son intensos. Por desgracia, no podemos hacer nada por ti. Ni siquiera visitarte. Y aquí nos tienes, esperando ver que decide Dios hacer contigo. Si yo supiera que me escucha, le diría que esto no es justo. Le pediría, que os de un poco más de tiempo. Sólo hace 18 meses que Lola y tú os casasteis, y merecéis ser felices un poco más... La vida os dio una segunda oportunidad, cuando hace cosa de tres años os conocisteis en la "Universidad de los Mayores", tú, intentando salir de la tristeza en que te hundió la muerte de tu primera esposa, y Lola, luchando por salir del trance de una separación traumática. Se que eres creyente. Y quizás, ya tienes decidido con Dios lo que tiene que ocurrirte. Los médicos luchan para "sacarte" de esta.Pero, parece ser, que si sales, no quedarás en plenas facultades. Por eso, estamos pendientes de tu evolución. En estas ocasiones, me gustaría tener más fe. Y confiar, que va a ocurrir lo que sea mejor, sobre todo, para tí.

Un besote, Rafa.

MAAT

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