30 de octubre de 2008

Nocturno

Aun soñaba en las dulzuras de esta tarde.

Estoy solo; mis amores están lejos;
y mi alma que se muere de tristeza,
de nostalgia y de recuerdos,
se sumía fatigada
en la bruma de los sueños.

Esta tarde han florecido
los vergeles de los cielos;
los crepúsculos pasados fueron grises
cual monótonos crepúsculos de invierno.
Esta tarde renació la primavera:
los velados horizontes descubrieron
sus aldeas indecisas;
hubo rosas y violetas en lo azul del firmamento,
hubo magia fabulosa de colores y de esencias;
fue un crepúsculo de aquellos
de las dulces primaveras que mi alma
ve vagar en sus recuerdos.

En la nada flotó un algo de profundas transparencias
y los giros de las brisas, un momento
dibujáronse temblando;
una onda ensombrecía los misterios
de la tarde…
En el cielo religioso
las estrellas del crepúsculo entreabrieron;
y mi alma se perdió en la vaga bruma
de los últimos jardines melancólicos y quietos…

Aun soñaba en las dulzuras de esta tarde.
Estoy solo; mis amores están lejos.

He entreabierto mi balcón:
por oriente ya la luna va naciendo;
las fragantes madreselvas
dan al aire de la noche las unciones de sus frescos
y balsámicos perfumes;
están tristes los luceros.
En mi oído vibra el ritmo de las voces que se aman.
Me da horror de estar a solas con mi cuerpo…
El silencio me contagia;
estoy mudo…, en mis labios no hay acentos…
Me parece que no hay nadie sobre el mundo,
Me parece que mi cuerpo
se agiganta; siento frío, tengo fiebre,
en la sombra me amenazan mil espectros…

He sentido que la vida se ha apagado
sólo viven los latidos de mi pecho:
es que el mundo está en mi alma;
las ciudades son ensueños…

Sólo turba la quietud solemne y honda
el temblor de los diamantes de los cielos.
Estoy solo con mi alma
que se muere de tristeza, de nostalgia y de recuerdos.

A quién cuento mis pesares?
Me da miedo de turbar este silencio
con sollozos. ¡Si escuchara algún suspiro!
¡Mis amores están lejos!

Por los árboles henchidos de negruras
hay terrores de unos monstruos soñolientos,
de culebras colosales arrolladas
y alacranes gigantescos;
y parece que del fondo de las sendas
unos hombres enlutados van saliendo…
Los jardines están llenos de visiones;
hay visiones en mi alma…, siento frío,
estoy solo, tengo sueño…
Los recuerdos se amontonan en mi mente,
los suavísimos recuerdos
de las tardes que me dieron sus colores,
sus esencias y sus besos.
¡Son tan dulces esas tardes de la tierra!,
(¡ah, las tardes de los cielos)

Ya la luna amarillenta
va subiendo.
Mis pupilas, anegadas por el llanto,
se han cuajado de luceros.
Siento frío…¡Quién pudiera
dormitar eternamente en su ensueño,
olvidarse de la tierra
y perderse en lo infinito de los cielos!
Llega un aire perfumado, caen mis lágrimas;
estoy solo; mis amores están lejos…

JUAN RAMÓN JIMENEZ


28 de octubre de 2008

Mientras tú existas


Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,mientras nada
me llene el corazón,
si no tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz cualquiera...
Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.

ÁNGEL GONZÁLEZ

27 de octubre de 2008

Acuerdate de mí


Cuando tiendas tu vista por las cumbres
de esas sombrías y gigantescas sierras
que estas tierras separan de esas tierras,
acuérdate de mí;
que yo también, cuando los ojos fijo
en esas altas moles silenciosas,
me paro a meditar en muchas cosas...
¡ y a recordarte a ti !

Cuando hondas ansias de llorar te ahoguen
cuando la pena acobardarte quiera,
resígnate al dolor con alma entera
¡ y acuérdate de mí !
que yo también cuando en el alma siento
algo que me sube a la garganta,
¡ sé resignarme con paciencia tanta,
que te admira a ti !

Cuando te creas en el mundo solo
y juzgues cada ser un enemigo,
¡ acuérdate de Dios y de este amigo
que te recuerda a ti !
Y esa doliente soledad sombría
poblárase de amor en un instante
si en Dios llegas a ver un Padre amante,
¡ y un buen hermano en mi !

Si del trabajo la pesada carga
y lo áspero y lo largo del camino
te hicieran renegar de tu destino,
¡ acuérdate de mi !
Porque soy otro hijo del trabajo
que, sin temor a que la senda es larga,
llevando al hombro, como tú, mi carga,
¡ voy delante de ti !

Si del demonio tentación maldita
o el mal consejo del amigo insano
te pusieran al borde del pantano,
¡ acuérdate de mi !
Y piensa un poco lo que tú perdías
y piensa un poco lo que yo sufriera
si donde otros se hundieron, yo te viera
¡ también hundirte a ti !

Y si te cierra la desgracia el paso
sin llegar a la hermosa lontananza
donde tú tienes la esperanza,
¡ acuérdate de mi !
¡ Acaso yo tampoco haya llegado
donde me dijo el corazón que iría!
¡ Y esta resignación del alma mía
te dan un ejemplo a ti !

Si vacila tu fe (Dios no lo quiera)
y vacila por débil o por poca,
pídele a Dios que te la dé de roca,
¡ y acuérdate de mi !
que yo soy pecador porque soy débil,
pero hizo Dios tan grande la fe mía,
que, si a ti te faltara, yo podría
¡ darte mucha fe a ti !

JOSÉ M. GABRIEL Y GALÁN





26 de octubre de 2008

Sin querer saber


Y si es cierto que has dejado de quererme
Yo te pido,
¡ por favor
no me lo digas !
Necesito por hoy
y todavía
navegar
inocente en tus mentiras...
Dormiré sonriendo
y muy tranquilo.
Me despertaré
bien temprano en la mañana
y volveré a hacerme a la mar,
te lo prometo...
Pero esta vez...
Sin atisbo de protesta o resistencia
naufragaré por voluntad y sin reservas
en la profundidad de tu abandono.

JORGE BUCAY

24 de octubre de 2008

Un adiós anunciado
















Me imagino que cuando todo pase
y pasará, cuando tú y por supuesto yo
recordemos sin amarguras, sin remordimientos,
con una dulce nostalgia lo que todavía sentimos,
lo que nos hemos propuesto no sentir más,
lo que finalmente dejaremos de sentir,
porque está mal y si está mal causa malestar
como un dolor de cabeza, como una culpa,
para ti más que para mi, quiero que lo sepas.
En fin, cuando después de todo lo bueno
que nos pueda pasar en este mundo
y tanto tú como yo
con nuestras vidas rehechas lejos de nuestras
vidas,nos volvamos a ver estoy seguro de eso
-en una calle cualquiera, en un café,
en la parada de un taxi, a la salida
de un banco o de un supermercado-
Seguramente nos miraremos sorprendidos
y no sabremos qué decirnos, si darnos un beso
o darnos la mano como dos viejos amigos.
Te preguntaré si tienes tiempo,
te invitaré a un bar.
Te diré que estás más linda que nunca,
que yo tenía razón,
que los años iban a resaltar tu sensualidad
y tú, me dirás, para no herirme,
que no he cambiado tanto.
Y luego me preguntarás por los chicos,
por mi esposa,
y yo te preguntaré si te has casado y finalmente
antes de despedirnos, con toda la franqueza
que siempre me cuestionaste,
con toda la sinceridad que nunca te convenció,
voy a decirte una vez más
lo que jamás me creíste:
nunca amé a nadie como a ti,
como tú nunca nadie me amó.

GIAN FRANCO PAGLIARO




23 de octubre de 2008

No es el amor quien muere


No es el amor quien muere,
somos nosotros mismos.

Inocencia primera
abolida en deseo,
olvido de si mismo en otro olvido,
ramas entrelazadas,
¿Por qué vivir si desaparecéis un día?

Sólo vive quien mira
siempre ante sí los ojos de su aurora.
Sólo vive quien besa
aquel cuerpo de ángel que el amor levantara.

Fantasmas de la pena,
a lo lejos, los otros,
los que ese amor perdieron,
como un recuerdo en sueños,
recorriendo las tumbas
otro vacío estrechan.

Por allá van y gimen,
muertos en pie, vidas tras la piedra,
golpeando la impotencia,
arañando la sombra
con inútil ternura.

No, no es el amor quien muere.

LUIS CERNUDA

22 de octubre de 2008

Aquí vino y se fue

Aquí vino...
y se fue.
Vino, nos marcó nuestra tarea
y se fue.

Tal vez detrás de aquella nube
hay alguien que trabaja
lo mismo que nosotros,
y tal vez
las estrellas
no son más que ventanas encendidas
de una fabrica
donde Dios tiene que repartir
una labor también.

Aquí vino
y se fue.
Vino, llenó nuestra caja de caudales
con millones de siglos y de siglos,
nos dejó unas herramientas...
y se fue.

Él, que lo sabe todo,
sabe que estando solos
sin dioses que nos miren
trabajamos mejor.

Detrás de ti no hay nadie. Nadie,
ni un maestro, ni un amo, ni un patrón.
Pero tuyo es el tiempo. El tiempo y esa gubia
con que Dios comenzó la Creación.

LEÓN FELIPE


21 de octubre de 2008

Mutismo





















La pluma alcanzó a la placiente hoja.

Al alma llamo, llamo al sentimiento,
y no consigo que mi mente escoja
un verbo que hable de mi sufrimiento.

Morir, si digo, con decirlo miento;
diciendo: quiero, mi alma se sonroja.

Y mientras pugno por decir qué siento,
el llanto viene y mi razón deshoja.

Qué tiene mi alma, que a la voz rehúye?
Qué el amor tiene, que mi ser destruye
como la nota que el silencio hiere?

Pues ya que el habla definir no quiere
lo que del alma como lava fluye,
diré que mi alma, sin querer, se muere.

RAMIRO DOMINGUEZ



19 de octubre de 2008

La tarde sobre los tejados


La tarde sobre los tejados
cae
y cae...
Quién le dio para que viniera
alas de ave?

Y este silencio que lo llena
todo,
desde qué país de astros
se vino solo?

Y por qué esta brurna
-plúmula trémula-
beso de lluvia
-sensitiva-

cayó en silencio -y para siempre-
sobre mi vida?
PABLO NERUDA

18 de octubre de 2008

Un deseo para tí

Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar,
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que si es,
sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos
y que, incluso malos e inconsecuentes,
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien puedas confiar sin dudar.
Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces,
te cuestiones tus propias certezas.
Y que entre ellos, haya por lo menos uno
que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil, más no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.
Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil,
sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente
y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven,no madures demasiado deprisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer y su dolor
y es necesario dejar que influyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena,
que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras, con urgencia máxima,
por encima y a pesar de todo,
que existen y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro
y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera, te sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea,
y la acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico.
Y que por lo menos una vez por año
pongas algo de ese dinero frente a ti y digas:
"esto es mío", sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno de tus afectos muera,
pero que si muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que,siendo hombre, tengas una buena mujer,
y que siendo mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente,
y que, cuando estén exhaustos y sonrientes hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo más nada que desearte.

VICTOR HUGO




















17 de octubre de 2008

Del libro Presagios

Los que visitáis mi Blog regularmente, ya sabéis que uno de mis poetas preferidos es Pedro Salinas.
El poema que os traigo hoy pertenece al libro titulado "Presagios" (1923) que fue el primero que publicó Salinas y es sin duda, uno de los más bellos poemas de la obra.

No te veo. Bien sé
que estás aquí, detrás
de una frágil pared
de ladrillos y cal, bien al
alcance
de mi voz, si llamara.
Pero no llamaré.
Te llamaré mañana,
cuando, al no verte ya
me imagine que sigues
aquí cerca, a mi lado,
y que basta hoy la voz
que ayer no quise dar.
Mañana...cuando estés
allá detrás de una
frágil pared de vientos,
de cielos y de años.

PEDRO SALINAS


16 de octubre de 2008

Unas fotos...

Ayer, después de acostarme, y en esos momentos en que suelo hacer un repaso a lo que ha sido mi jornada, entre otras muchas cosas, recordé el tema que había llevado hasta mi Blog, el vuelo de los gansos. Entonces me acordé que tenía unas fotos tomadas hace pocos domingos en la Albufera de Valencia de las aves que viven en sus aguas, entre ellas, gansos. Las imágenes no son muy buenas, pues están hechas desde una barcaza, en movimiento y por mi cámara digital y yo que formamos un equipo muy mejorable. Pero de todas formas, creo que os gustarán. Para que todo no sea leer...











Algún día os contaré cosas de este Parque Natural, uno de los mejores tesoros ambientales que disfrutamos los valencianos.


Maat



14 de octubre de 2008

Cuando éramos niños

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.

luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era un océano
la muerte solamente
una palabra

ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en los cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.

ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

MARIO BENEDETTI



13 de octubre de 2008

Oración por Antonio Machado

Misterioso y silencioso
iba una y otra vez.
Su mirada era tan profunda
que apenas se podía ver.
Cuando hablaba tenía un dejo
de timidez y altivez.
Y la luz de sus pensamientos
casi siempre se veía arder.
Era luminoso y profundo
como era hombre de buena fe.
Fuera pastor de mil leones
y de corderos a la vez.
Conduciría tempestades
o traería un panal de miel.
Las maravillas de la vida
y del amor y del placer.
Cantaba en versos profundos
cuyo secreto era de él.
Montado en un raro Pegaso,
un día imposible fue.
Ruego por Antonio a mis dioses,
ellos le salven siempre. Amén.

RUBÉN DARÍO


12 de octubre de 2008

versos y oraciones del caminante - XIV


Yo no sé cómo soy...
y no sé lo que quiero...
y no sé a dónde voy
cambiando, inquieto, siempre de sendero...
Algo espero, sí, pero...
¡No sé, tampoco, lo que espero!...

LEÓN FELIPE

















11 de octubre de 2008

Un lugar donde no fuí...

Llevo varios días publicando en mi espacio temas y fotos de mi crucero fluvial de este verano .
En el restaurante del barco, en el que hicimos todas las comidas del viaje, nos asignaron una mesa para todos los días a mis amigos, a mi esposo y a mi. Nos agruparon por nacionalidades, y compartimos mesa y mantel con una entrañable familia de un pueblo de Gijón. Se trataba de madre e hijo con sus respectivas parejas. Encantadores. Con la madre, Espe, conecté de una forma especial. Se rió de lo lindo con nosotros. Esos ratos de asueto delante de buenos platos de comida facilitan mucho las cosas. Incluso esos ratos que el balanceo de la Belle de Cadix nos recordaba que estábamos navegando por el travieso Atlántico. El carácter un poco socarrón y ocurrente de los valencianos contrastaba un poco con el carácter de nuestros compañeros de mesa. Y Espe se reía con ganas de cualquier ocurrencia de las mías. La primera noche, después de la cena, y antes de irse a su camarote, vino hasta mí, y dándome un apretón en el brazo me susurró "eres tremenda", frase que cerró con un beso y que no dejó de dármelo ni una de las noches siguientes. El último día, casi me hizo jurar en arameo que sí que iríamos a visitarles a su casa de Gijón, cosa que me aseguró, le hacia mucha ilusión. Iremos.

Una de las excursiones optativas y a la que no fui era la visita a Tanger. Hace unos días, nuestros amigos de Gijón, sabiendo que me gustaba tomar fotos de "todo", me enviaron unas cuántas imágenes de las que ellos tomaron precisamente en la ciudad que no visité. Todo un detalle digno de mi agradecimiento. Aquí os dejo algunas...





































Desde este rincón os mando un abrazo muy fuerte. Si todo va bien, nos veremos pronto.


Maat


































10 de octubre de 2008

Un gran amor

Un gran amor, un gran amor lejano
es algo así como la enredadera
que no quisiera florecer en vano
y sigue floreciendo aunque no quiera.

Un gran amor se nos acaba un día
y es tristemente igual a un pozo seco,
pues ya no tiene el agua que tenía
pero le queda todavía el eco.

Y, en ese gran amor, aquel que ama
compartirá el destino de la hoguera,
que lo consume todo con su llama
porque no sabe arder de otra manera.

JOSÉ ÁNGEL BUESA

9 de octubre de 2008

Día de la Comunidad Valenciana

Castellón, Valencia y Alicante celebran hoy el día de la Comunidad Valenciana. Tal día como hoy, hace 700 años que el rey Jaime I el Conquistador entró en Valencia, después de cinco meses de intenso asedio a la ciudad que por entonces era musulmana. Con Jaime I nació el Reino de Valencia, un estado autónomo dentro de la Corona de Aragón al que dotó de sus propias leyes (els "Furs"), su moneda (els "rials valencians"), y su institución de gobierno (els "jurats").

La Comunidad Valenciana ha despertado hoy con alerta naranja. Y con la mirada en el cielo, hemos salido de casa a vivir uno de los actos más emotivos programados para hoy. La procesión cívica con la Real Senyera . A lo largo de la mañana, la alerta naranja se ha convertido en roja, pero a los miles de valencianos que nos hemos reunido en la Plaza del Ayuntamiento no nos ha mermado ilusión. Es un acto al que acuden familias enteras. A mi lado, he tenido la suerte de coincidir con una abuela que relataba a su nieto todos los detalles que iban sucediendo a nuestro alrededor. Sin duda, una de las mejores fuentes de información en estos temas, la familia. Tradiciones que van pasando de generación en generación años y años...

Sin quitar la vista de vez en cuando de las nubes que cubrían amenazantes nuestro cielo, -como intentando sujetarlas-, hemos vivido, con agitación de sentimientos, cada uno de los actos que han ido sucediéndose en la Plaza. Uno de ellos, la llegada, entre aplausos efusivos, de una sección del ejército con banda y música que venían hasta la puerta del Ayuntamiento a rendir honores a la Senyera.






Faltaban unos minutos para las 12 del mediodía, cuando la Real Senyera ha hecho su aparición en el balcón del Ayuntamiento ante las muestras de alegría y cariño de todos los valencianos (de origen o sentimiento) que ya teníamos los ojos puestos en ella, a la vez que sonaban las 21 salvas de saludo a la bandera.

A los acordes del Himno Nacional la Seneyra ha ido descendiendo del balcón hasta la calle, recta, como manda la tradición, ya que al ser Real no puede inclinarse ante nada ni ante nadie. En su pequeño trayecto, unas notas del Himno Regional emitidas por el reloj del Ayuntamiento se han sumado al acto.





A pie de calle, el concejal de Circulación y Transportes, Alfonso Novo era el encargado este año de portar La Senyera en el recorrido de la procesión cívica que ha dado comienzo en ese m
omento. En la comitiva, el Presidente de la Generalitat, Francisco Camps, la alcadesa de Valencia, Rita Barberá, la Presidenta de les Corts, Milagrosa Martinez, resto de autoridades y componentes de estamentos valencianos, Fallera Mayor de Valencia y su Corte de Honor, se han dirigido por la Plaza del Ayuntamiento, calle de San Vicente y Plaza de la Reina hasta la puerta de los Hierros de la Catedral, donde la Real Senyera ha sido recibida por el Arzobispo García-Gasco. A continuación se ha celebrado un Te Deum presidido por García-Gascó, en el que ha participado la orquesta del Conservatorio Comarcal "Josep Climent", que conjuntamente con la coral catedralicia han interpretado el Te Deum compueso en el año 1994 por el prefecto de música sacra de la Seo, Josep Climent y cuya letra es una traducción del texto original en latín realizada por el jesuita Joan Costa y el canónigo de la Catedral, Josep Alminyana, ambos fallecidos.

Después de la ceremonia religiosa, la comitiva ha abandonado la Catedral por la puerta de la Almoina, atravesando la calle Barchilla, plaza de la Reina, calle de la Paz hasta llegar al Parterre,




donde se encuentra la estatua de Jaime I, a cuyos pies se han depositado coronas de laurel y se han interpretado los Hinmos Regional y Nacional.



Por las calles Pintor Sorolla y Barcas, la Real Senyera ha regresado al Ayuntamiento, a su vitrina del Archivo Municipal.

Se ha calculado que unos 80.000 valencianos han ocupado todo el recorrido de la procesión cívica, demostrando un año más el respeto y cariño que profesan a su Real Senyera.

Los actos conmemorativos matinales se han cerrado como no podía ser de otra forma en Valencia, con una estupenda mascletá en la Plaza del Ayuntamiento a cargo de la pirotécnia "El Portugués", que ha puesto el broche de oro a la mañana.


Maat



7 de octubre de 2008

La voz a ti debida 1237/1265



Lo que eres
me distrae de lo que dices.

Lanzas palabras veloces,
empavesadas de risas,
invitándome
a ir adonde ellas me lleven.
No te atiendo, no las sigo:
estoy mirando
los labios donde nacieron.

Miras de pronto a lo lejos.
Clavas la mirada allí,
no sé en qué, y se te dispara
a buscarlo ya tu alma
afilada, de saeta.
Yo no miro adonde miras:
yo te estoy viendo mirar.

Y cuando deseas algo
no pienso en lo que tú quieres,
ni lo envidio: es lo de menos.
Lo quieres hoy, lo deseas;
mañana lo olvidarás
por una querencia nueva.
No. Te espero más allá
de los fines y los términos.

En lo que no ha de pasar
me quedo, en el puro acto
de tu deseo, queriéndote.
Y no quiero ya otra cosa
más que verte a ti querer.

PEDRO SALINAS





6 de octubre de 2008

Mi crucero fluvial (3) Catedral de Cádiz


Continuación de mi entrada del 14/9/2008

Nuestra noche en aguas gaditanas fue perfecta. Después de los últimos preparativos del viaje, de dormir poco la noche anterior, de prácticamente todo el día de travesía, y con la guinda de nuestro paseo por la noche de Cádiz, caí redonda en la cama de mi camarote y no extrañé ni sitio, ni colchón. Mi cuerpo lo agradeció y desperté ilusionada con el nuevo día, en el que teníamos programadas dos excursiones optativas con guía. Una a Tanger y otra por Cádiz y Gibraltar. Mi esposo y yo optamos por permanecer en Cádiz y organizarnos a nuestro aire, pues queríamos disfrutar de un "monográfico" de la Catedral. Pero antes...

Bajamos al comedor del barco donde nos habían preparado un colosal desayuno.

Bandejas de frutas....



Variedades de quesos....(me lo acertaron de pleno) Bollería, fiambre variado...

Con las energías bien repuestas, salimos del barco decididos a gozar de la ciudad más antigua de Occidente. El día era espléndido, y la luz del sol ya brillaba de esa manera especial que lo hace en Cádiz. Una luz que se cuela por dentro y que te transmite alegría, bienestar... y quien lo ponga en duda, sólo tiene que acercarse a Cádiz y comprobarlo.Nos dirigimos a la Catedral, ya que en nuestro viaje anterior a esta ciudad no pudimos visitarla por problemas de horarios.


La Catedral de Cádiz es conocida en todo el mundo, sin duda, por su majestuosidad. Está situada al sur de la ciudad, junto al mar, al que se asoma arrogante, libre y resplandeciente, destacando por su altura del resto de los edificios que la rodean.



El patrimonio monumental de Cádiz, pertenece en su mayoría a los siglos XVII y XVIII, en los que vivió un gran impulso artístico originado por el desarrollo económico que propiciaron los intercambios comerciales mantenidos con Europa y las colonias españolas en América, y que colocó al puerto de Cádiz en el vértice del mediterráneo y de la Europa Atlántica, pasando por este puerto, el 75% del comercio que iba y venía de América. Dicha prosperidad, atrajo gran cantidad de personas y capitales extranjeros, así como gentes de otras provincias españolas, lo que hace que Cádiz se desarrolle vertiginosamente en todos los aspectos, y la convierte en una de las ciudades más importantes del mundo. Todo esto, fue el impulso definitivo para la construcción de la nueva Catedral y que tenía que ser acorde a los buenos tiempos que se vivían en Cádiz. El proyecto tomó forma bajo la iniciativa del canónigo Juan de Zuloaga y las autoridades civiles, siendo éstas quienes costearían el proyecto junto al Cabildo, los comerciantes y personas devotas. En su día se calculó, que hasta finales del siglo XVII, se habían invertido veinticinco millones de reales en el templo.

La primera piedra la colocó el arzobispo Lorenzo Armengual de la Mota, el 3 de Mayo de 1722, festividad de la Santa Cruz, titular de la Catedral gaditana, con proyecto de Vicente Acero y Arebo, que ya había trabajado en la construcción de las catedrales de Granada y Guadix, y que era uno de los arquitectos más sobresalientes de su generación.
Concibió un gran templo de estilo barroco, del que solamente pudo dejar realizado lo esencial de la planta y la cripta, ya que en 1729 y por desavenencias con el Cabildo, dimite como director de las obras, marchando a trabajar a Sevilla en la construcción de la fábrica de tabaco y luego a Guadix para concluir las portadas de la Catedral que había proyectado. Murió en el año 1744.




La cripta se encuentra bajo el presbiterio, de planta plana y bóveda muy rebajada. Está excavada en la roca sobre la que se asienta la ciudad de Cádiz y por debajo del nivel del mar. En ella se encuentran tres capillas. Una de ellas está presidida por la Virgen del Rosario, imagen barroca del siglo XVII de mármol genovés y que es obra del escultor Vicente Algardi. En este lugar se encuentran enterrados ciudadanos gaditanos que contribuyeron a la construcción de la
Catedral.

Otra de las capillas es de planta circular. Posee una magnífica reja de estilo isabelino y un Cristo de Aguiniga del siglo XVII que trajeron de México. Esta capilla se conoce como la de los obispos, ya que en ella descansan los restos de los prelados que han muerto en Cádiz desde que la Catedral fue consagrada.


En la tercera capilla se encuentran enterrados dos célebres gaditanos, Manuel de Falla y José María Pemán.

La cripta está construida con piedra ostionera y es una clara demostración de los conocimientos de Acero en cantería y resistencia de materiales, circunstancia que sólo se repite en la C
atedral de Lugo, aunque la bóveda es de menor tamaño. Hay que destacar una peculiaridad de la cripta de Vicente Acero y es que repite los sonidos emitidos en su centro hasta 15 veces su potencia. Sirva como ejemplo, que escuchar el sonido del mar en este lugar, sorprende y llega a intimidar...
No hay otra cripta en el resto de catedrales del mundo con ésta característica.


A Vicente Acero le sustituyó el arquitecto Gaspar Ca
yón, maestro mayor de la catedral de Guadix, que se hace cargo del proyecto en el año 1731, actuando como aparejador su hermano José. A ellos se debe el alzado de los muros del templo, la capilla de la Asunción, y el inicio de las portadas laterales.


A dichos hermanos se les atribuye muchos detalles churriguerescos y rococó de los vanos y el friso, aunque en conjunto, supieron respetar el proyecto de Vicente Acero.



En el año 1759 se hizo cargo del proyecto Torcuato Cayón, sobrino de Gaspar, y que hizo un informe de la situación en la que encontró la obra, presentando algunas quejas que obviamente no pudo subsanar, como por ejemplo el grosor de las columnas, la proyectada situación del coro, y los diferentes colores que iba tomando el edificio, debido a la diversidad de materiales empleados, intentando solucionar esto último, pero no se le concedió tal facultad. Introdujo el gusto francés con el estilo neoclásico. Según los planos conservados en el Archivo Catedralicio de Cádiz, reformó la planta y los alzados, hizo algunas rectificaciones en la fachada principal colocando las pilastras al orden jónico, y proyectó un coronamiento de estatuas para la cúpula y las torres.

La fachada principal está realizada con mármol y compuesta por tres pórticos y dos portadas laterales. El pórtico central consta de dos cuerpos, en el primero el arco de medio punto con clave decorada da entrada al templo, enmarcado por cuatro columnas corintias, decoradas con profusión. Una cornisa volada da paso al segundo cuerpo.




En el segundo cuerpo, encontramos un gran ventanal y dos imágenes de los patronos de la ciudad de Cádiz, San Servando y San Germán, y que son obra del escultor genovés Esteban Frucos y que realizó en Génova en el año 1673.
Este cuerpo central presenta formas cóncavas y convexas que dan agilidad al conjunto, y que recuerdan el rico movimiento de la arquitectura de Borromini. Está rematado por un gran arco abocinado con frontón triangular obra de Manuel Machuca y sobre él una escultura del Divino Salvador realizada en mármol de Carrara, también de Esteban Frucos.



Las portadas laterales poseen sendas imágenes de San Pedro y San Pablo, sobre cada puerta se encuentra una ventana circular adornada por una guirnalda. Los escudos pontificio y catedralicio que encontramos en ellas son obra de Carlos de Vargas en 1735.
En los extremos de la fachada, dos torres, conocidas como la de Levante y la de Poniente, de forma ochavada y con dos cuerpos. Dichas torres se terminaron años más tarde que la Catedral.

En la fachada principal, puede apreciarse la diferencia de los materiales empleados, ya que si observamos el primer cuerpo, veremos que está construido en mármol, mientras que el segundo es de piedra caliza.







Era Torcuato Cayón, arquitecto de considerable valía, que dirigió muchas construcciones de la ciudad y de las diócesis gaditanas. Creó una escuela de dibujo que contó entre sus alumnos a Miguel Olivares, en quien recaería la responsabilidad de los trabajos en la futura Catedral cuando murió Torcuato, en el año 1789.
El trabajo de Miguel Olivares consistió en cerrar la nave central y los tramos de la nave transversal, levantó la fachada principal y las torres hasta los balaustres. Su trabajo en la portalada central fue muy discutido, necesitando hasta en dos ocasiones reunir a una junta de expertos en obras reales, a los que se les pidió nuevos diseños, siendo elegido el de José Prats, uno de los más críticos con Miguel y que hacia funciones de arquitecto interino en ausencia de Olivares y que fue quien realizó parte de las pechinas de la cúpula mayor de la Catedral.

Por iniciativa del Cabildo, se consultó a la Academia de San Fernando, lo que dio lugar a que en 1787 llegara a Cádiz el teniente de arquitectura Manuel Machuca, para reconocer la obra, los planos y los puntos de discordia entre Olivares y Prats. Realizó nuevos planos que fueron aprobados y en 1790, Carlos IV que se había convertido en el protector de la obra, lo nombró director principal de la misma, quedando Miguel Olivares como director constructor.

En el año 1791 se incorporó a los trabajos de la futura Catedral el escultor Cosme Vázquez Merino para participar en la decoración de la misma. Su escultura era academicista aunque las imágenes presentan una aire atrevido en sus poses.

El trabajo de Machuca se limitó a levantar el frontispicio, y el cascarón de la fachada principal. Diseñó unas torres coronadas de jarrones de llamas que no pudo construir, ya que las obras se paralizaron por falta de presupuesto en el año 1796, aunque las torres se construirían en el siglo XIX, siguiendo fielmente sus planos.

Fue en el año 1832 cuando se reanudan las obras de la mano del valenciano Juan Daura, que levantó la gran cúpula que cubre el presbiterio, reduciéndola de tamaño a la proyectada por razones de presupuesto y de premura. Trazó un tambor articulado por fajas que enmarcan ventanas semicirculares entre las que se intercalan esculturas de personajes sagrados. Está recubierta de azulejos vidriados de color amarillo fuerte que la hace espectacular, sobre todo cuando se ilumina por los rayos del sol, siendo visible desde casi todos los rincones de Cádiz. En su base se encuentran las esculturas de los cuatro evangelistas esculpidas en piedra, cuya realización se adjudica a los discípulos de Cosme Velázquez.



En su interior luce una decoración neoclásica, como las hileras de casetones, cuyo tamaño va disminuyendo a medida que llegan a la clave.

Tras ella, y a menor altura, se encuentran las bóvedas de casquete que cubren el presbiterio, con una imagen de mármol del apóstol Santiago, obra de Esteban Frugone, siendo la característica de la decoración de éstas bóvedas la sobriedad
.

Juan Daura realizó también la sacristía y la antisacristía, dejando constancia con su trabajo en la Catedral, su valía como artista y habilidad como arquitecto.

El templo tiene planta de cruz latina, con tres naves separadas por un total de ciento cincuenta y seis columnas corintias realizadas con mármoles de Manilva y Arcos, girola con capillas absidiales, capillas laterales, crucero marcado en planta sobre el que se levanta una cúpula semiesférica y fachada entre torres ochavadas.

En el altar mayor se encuentra un templete, con trazas de Machuca, de estilo neoclásico, sostenido por columnas pareadas de mármol con base y capiteles de bronce dorado, cubierto por una cúpula sobre zócalo, que fue erigido por el escultor José Frapolli Pelli, y en su interior alberga el sagrario sobre el que se sitúa una pequeña imagen de la Inmaculada Concepción, realizada por Francisco de Villegas.




En el segundo tramo de la nave central está situado el coro, cuya sillería de finales del siglo XVII, procede de la Cartuja de las Cuevas, Sevilla, y se instaló enla Catedral de Cádiz en el año 1858.
Los 41 sitiales del coro alto son obra del escultor Agustín de Perea, su hijo Miguel y el ensamblador Jerónimo de Valencia, quienes lo labraron entre los años 1697 y 1701, en madera de cedro, caoba, roble y ébano. En la silla prioral, en su respaldo, aparece el escudo del arzobispo Gonzalo de Mena , fundador de la cartuja de Santa María de las Cuevas.
Las 24 sillas del coro bajo y el reclinatorio episcopal son obra del tallista gaditano Juan Rosado, que las realizó a mediados del siglo XIX.

Una soberbia reja diseñada por Juan de la Vega Correa, cierra el coro.

En el trascoro, diseñado por Carlos Requejo en 1838, destacan relieves de la Encarnación y la Adoración de los pastores, de la escuela sevillana de principios del siglo XVII y una serie de pinturas flamencas sobre cobre que reproducen escenas de la vida de Cristo, y la conversión de san Pablo camino de Damasco de la escuela de Rubens. También se encuentra una imagen de Nuestra Señora del Rosario, patrona de Cádiz, del escultor mexicano Miguel Cabrera. Dicha imagen está colocada bajo un templete y preparada para su recorrido procesional, vestida con túnica y manto de vivos colores.


Completan el trascoro dos pilas de agua bendita de mármol genovés y dos órganos de los siglos XVII /XVII uno, y el otro del siglo XIX.

La mayoria de las obras de arte que pueden admirarse en la Catedral de Cádiz fueron realizadas en el silo XIX, debido al periodo tan largo que duró su construcción. A pesar de ello, si que podemos encontrar esculturas y pinturas de los siglos XVII y XVIII que llegaron a la Catedral procedentes de la Catedral Vieja, y de algunos conventos e iglesias gaditanos de extraordinario valor. Se conservan varios crucifijos de marfil del siglo XVII, bien de la escuela sevillana o de origen filipino.


Es digno de destacar la presencia de los trabajos realizados por Luisa Roldán, hija del tallista sevillano Pedro Roldán, y que era escultora de cámara de Carlos II. A ella se deben las las imágenes de San Servando y San Germán patronos de Cádiz, que realizó para las diferentes capillas que estos santos tienen en la Catedral. Están talladas en madera de cedro, casi a tamaño natural, y fueron encargadas y costeadas por el Ayuntamiento de Cádiz en 1687. En este trabajo también participó Luis Antonio de los Arcos, como estofador y dorador, que era esposo de Luisa. A ella misma, el Cabildo encargó las esculturas de la Catedral, realizando seis ángeles, tres virtudes teologales y cuatro cardinales, y seis profetas. A si mismo se le atribuye un Ecc
e Homo de cuerpo entero de la capilla de San Sebastián.

Al siglo XVIII pertenecen algunas de las imágenes del valenciano Ignacio Vergara que se encuentran en la Catedral gaditana, como son las tallas de San Antonio de Padua y San Pascual Bailón que ocupan los laterales de la capilla de San Sebastián, San Martín y San Fermín, en la capilla de la Asunción, siendo esta capilla la primera que se abrió al culto. También se le atribuye la extraordinaria Inmaculada Concepción de la capilla del Sagrario, procedente del convento gaditano de los Descalzos.

En la capilla de San Pedro encontramos una imagen del titular a tamaño natural, en mármol, del genovés Esteban Frucos. Esta imagen, junto con otra de iguales características de San Pablo, permanecieron algún tiempo en la fachada de la catedral Vieja de Cádiz.

En la capilla de Santo Tomás de Villanueva, las imágenes en mármol de Santa Clara y San Fernando, pertenecientes a José Bover, año 1856.

Las imágenes de la Virgen y San José, del barroco sevillano, del siglo XVIII obra del del escultor José Victor de los Rios, en la capilla de San Juan Bautista.

Una soberbia escultura en bronce del Corzón de Jesús, del valenciano Mariano Benlliure, se encuentra en la capilla a él destinada, realizada en 1935.

El proceso de construcción de la Catedral estuvo relacionado con las diferentes crisis económicas que vivió Cádiz por varios motivos. En los 131 años que costó dicho proceso se ve el cambio de estilos, empezando por el barroco, para continuar con el rococó y finalizando con el neoclásico, cambio propiciado por los diferentes arquitectos que fueron interviniendo en la obra en la que fueron dejando sus gustos y su estilo. Así mismo, a lo largo de todo ese tiempo, los materiales empleados también van cambiando, pasando de utilizar materiales nobles por otros de menor calidad, siempre dependiendo de los presupuestos. En el conjunto de la obra se utilizaron: mármol, piedra caliza, jaspe, cerámica amarilla, mármol italiano, mármol genovés y la tan conocida piedra ostionera, del mismo Cádiz. Todo ello, no ha perjudicado estéticamente al conjunto del templo y mucho menos a su importancia en la historia.
La Catedral de Cádiz fue un ejemplo en América para otras iglesias que se construyeron después allí, por los aparejadores y canteros que se habían formado en Cádiz.

Cuando me disponía a salir de la Catedral, mi última mirada, casi sin querer, fue para las redes que colocadas en lo alto de la nave, van recogiendo pacientemente los cascotes, que debido a una enfermedad en la piedra, siguen cayendo. Imagino, que los gaditanos, tan orgullosos y amantes de todo lo suyo, sabrán encontrar la solución a este mal. De hecho, leí este verano en un periódico de Cádiz, que se estaba elaborando un ambicioso proyecto -el Plan Director- por el arquitecto Juan José Jiménez Mata, que contempla importantes mejoras e innovaciones para todo el conjunto de la Catedral y que estaría terminado, precisamente, por estas fechas. Dicho proyecto, una vez concluido y en manos del Cabildo, daría paso a conversaciones con la Junta de Andalucía, buscando los cauces imprescindibles de financiación para llevar a cabo dicho proyecto.

Vayan desde aquí mis mejores deseos para que pueda realizarse, ya que sería beneficioso, tanto para los gaditanos, como para todos aquellos que visitando Cádiz, nos quedamos enganchados, sin saber muy bien por qué a este pedazo de tierra y a su historia.

P.D. Cuando me refiero a los "gaditanos", me estoy refiriendo a gaditanas y gaditanos. No se me olvida que estoy hablando de Cádiz, patria de nuestra flamante Ministra de Igualdad Bibiana Aido y si le da por leerme, igual se me mosquea...


Solamente me queda advertiros que este trabajo sobre la Catedral de Cádiz me ha costado bastante hacerlo. Me gusta contrastar datos que tomo principalmente en la Biblioteca y algo en Internet. Y me he encontrado con diferencias notables en cuánto a nombres, fechas y hechos determinados, por lo que ya os digo que entenderé y agradeceré cuantos datos y rectificaciones me hagáis llegar.


Maat


Continuará con El Barrio del Pópulo y La Torre de Poniente...